Barcelona ha alcanzado en 2024, por primera vez, el 25,4% de población con nacionalidad extranjera, según publica el Ayuntamiento a raíz de la lectura del Padrón Municipal de Habitantes, aumentando en un 10,4% respecto a 2023 y sumando un total de 432.556 habitantes, más de uno de cada cuatro de los empadronados. También ha aumentado, paralelamente, la cifra de las personas nacidas en el extranjero, independientemente de la nacionalidad, que alcanzan un 33% -una de cada tres personas-, y también esta cifra supone un 10,4% más respecto al año anterior. Así pues, además de la española, en la capital catalana residen personas de hasta 180 nacionalidades, cuatro más que las que fueron registradas en el año 2023, entre las que siguen destacando la italiana, la colombiana, la pakistaní y la china como las más numerosas de todas ellas.
Estos datos facilitados por el consistorio apuntan, también, que la población de Barcelona ha crecido por segundo año consecutivo, alcanzando las 1.702.814 de personas a 1 de enero de 2024: un 2,6% más que en el anterior padrón. Esta importante cifra supone, así, un valor máximo desde 1991, estando íntimamente vinculada al fenómeno migratorio, que suma un total de 54.000 personas, y que también refleja la caída del saldo vegetativo, apuntando un bajo nivel de nacimientos. De hecho, se trata del peor año en este parámetro desde 1900, sin tener en cuenta a 1939, año en que finalizó la Guerra Civil. La cifra desciende hasta los 11.044 nacimientos en la capital catalana, según los datos del Ayuntamiento, mientras la mortalidad disminuye, tras dos años de estabilidad, hasta 14.705 defunciones, la cifra más baja registrada en esta materia desde 2019, el año anterior a la pandemia del coronavirus.
Este crecimiento demográfico de la ciudad condal, no obstante, se explica a partir de un dinamismo migratorio superior en Barcelona que en otras importantes ciudades de España. Así, según apuntan los datos del Padrón Municipal, las altas por inmigración escalan a máximos y sigue un patrón similar a los de años anteriores, mientras de las 168.246 nuevas inscripciones en el padrón, se conoce el origen de 141.121, un 6,2% más que un año atrás. Los datos del Padrón suponen, finalmente, el quinto año consecutivo en que las personas no nacidas en la ciudad son mayoría respecto a los que sí lo son; sin embargo, la población de nacionalidad española aumenta por primera vez desde 2015, en un 0,1%, dando la vuelta al signo negativo de los últimos años.
La jefa del departamento de Estadística y Difusión de Datos de Barcelona, María Jesús Calvo Niño, argumentó que Barcelona ha experimentado «un crecimiento heterogéneo, pero completamente generalizado, en una población ligeramente feminizada». En esta línea, en respuesta a las preguntas de los medios de comunicación, Calvo añadió que la edad media de la población se sitúa alrededor de los 44,4 años, una cifra estable desde hace cuatro años, y aproximadamente un 36% del total tiene un nivel educativo de enseñanza superior, un porcentaje que en mujeres llega al 38%.
