La aldea del Reatillo, sita al noroeste del municipio valenciano Siete Aguas, ha sido una de las muchas localidades afectadas por el devastador paso de la DANA hace ya dos semanas. Su comunicación con el exterior dependía del puente que unía la carretera CV-395 con el pequeño pueblo, pero se derrumbó a consecuencia de la fuerte corriente de agua. Aunque se encuentra oficialmente deshabitada, los pocos vecinos que quedan en la zona se han visto obligados, desde entonces, a utilizar como vía de circulación una propiedad privada.
Tal y como indican desde “El diario”, el camino que están utilizando se encuentra en los terrenos de la finca Casa Vieja, propiedad de la mercantil Borcier SA, administrada únicamente por Ramón José de la Cierva García-Bermúdez, marido de María de Borbón y de Rojas, prima del Rey Juan Carlos I que figura como apoderada de la sociedad.
A través de una misiva dirigida a a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), a la Conselleria de Agricultura, Aguas, Ganadería y Pesca y a los ayuntamientos de Requena, Siete Aguas y Chera; Borcier SA lamenta el “empecinamiento” de algunos vecinos del Reatillo en utilizar el camino de su propiedad privada, a pesar de que, dice la sociedad, las autoridades les indicaron otras alternativas.
Lo que más preocupa a los primos del Rey Juan Carlos I, que posee casi 2.000 hectáreas de terreno en la zona, es que el camino no se encuentra en condiciones de ser utilizado y entraña algunos riesgos para quienes lo usen. “El terreno está peligroso, embarrado, inestable [e] inclinado”, insiste la empresa en la carta a la que ha tenido acceso el diario anteriormente mencionado.
Administradores y apoderados de Borcier SA pretenden eximirse de toda responsabilidad si finalmente ocurre una desgracia en su propiedad, teniendo en cuenta que han avisado tanto a los vecinos como a las autoridades de que el camino no está en condiciones de ser transitado: “A la Guardia Civil le hemos dicho de forma clara que lo que vamos a hacer es mirar para otro lado aunque [el terreno] está muy mal para pasar”.
Del mismo modo, la carta refleja la preocupación de su sociedad por el bienestar de los vecinos del pueblo, a quienes fueron a ayudar de forma inmediata tras conocer que el temporal acabó con el puente. Aun así, lamentan la negativa de los aldeanos a evacuar la zona y a utilizar otras sendas más seguras para circular en lugar de la que se encuentra en su propiedad: “Volvemos a reiterar que estos vecinos de la aldea del Reatillo, de forma voluntaria, no han querido ser evacuados y reubicados por el helicóptero de la Guardia Civil que aterrizó en la aldea, y que disponen de dos caminos públicos, que están bastante mejor de estado que la ruta peligrosa que están creando sin permiso de nadie y usando libremente sin permiso”.