Hay un punto -o varios- en el mercado de la vivienda español que desafía la ortodoxia económica. Si a menor oferta y mayor demanda los precios suben, lo que debería de algún modo rebajar las ventas, como está sucediendo en mercados como el del aceite de oliva; lo cierto es que ni siquiera los muy elevados precios que está marcando ya la vivienda están frenando ahora mismo las operaciones.
Según la última estadística conocida, la del Colegio de Registradores -de la que se nutre la estadística del INE-, la compraventa de viviendas aumentó en abril un 23,8% respecto a un año antes, hasta las 50.577 operaciones, confirmando la tendencia positiva que se anunciaba en los dos primeros meses del año pero que se truncó en el tercero. Aunque por factores coyunturales. El mes de marzo mostró un descenso importante por la posible influencia de la Semana Santa celebrada a finales de dicho mes.
Las hipotecas de vivienda evolucionaron en paralelo a las operaciones y pasaron de 25.069 en abril del año pasado a las 32.326 de este año, un aumento de más de 7.000 operaciones.
Gran vigor
El mercado inmobiliario continúa así mostrando un vigor muy notable a pesar de que los precios no aflojan. Según los datos facilitados el pasado jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios de la vivienda subieron un 6,3% hasta marzo en tasa interanual, un encarecimiento significativo similar a las cifras mostradas en 2021, cuando la demanda de compra embalsada por la pandemia comenzó a operar en el mercado.
Operadores relevantes como idealista aseguran que los precios ya se encuentran en niveles superiores a los que marcaron durante la burbuja inmobiliaria que se vivió en los años previos a los de la Gran Recesión de 2008. Otros como la tasadora Tinsa también advierten de que, según sus registros, las islas ya han recuperado tales cotas y que, a nivel general, han avanzado ya un 39,7% desde el mínimo registrado en agosto de 2015, destacando las islas como el grupo que más se ha revalorizado (+47,1%), por delante de las capitales de provincia y grandes ciudades (+46,8%).
Para los expertos, tras el sostenido incremento de los precios está como gran causa la falta de oferta y la pujante de demanda, desequilibrio al que Fotocasa acaba de poner cifras. Según esta web, en estos momentos hay un 78% de compradores o aspirantes a comprar y en cambio tan sólo hay un 15% de vendedores. Y la situación, advierten desde Fotocasa, no va a mejorar porque la bajada de tipos de interés recién aprobada por el Banco Central Europeo (BCE) va a animar a muchos a lanzarse al mercado ante la perspectiva de conseguir una financiación más barata.
Comprar o no comprar
Aun siendo cierto que los bancos se han enzarzado en una «guerra de hipotecas» para atraer clientes y capitalizar así la bajada de tipos, Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, considera que, para los potenciales compradores, [[LINK:INTERNO|||Article|||6661cba2bbf6b0e4d5b8bb85|||«el beneficio a medio plazo que pueden percibir por pagar menos intereses en su préstamo hipotecario no compensará ni la espera ni el aumento en el precio ]]de compra que se producirá por un contexto económico e inmobiliario de mayor optimismo dentro de unos meses».
Ricard Garriga, consejero delegado de la fintech hipotecaria Trioteca, también es de los que piensa que es «un error garrafal» esperar más para comprar una vivienda si se tiene capacidad para ello. «Las hipotecas puede que sean más económicas, sí, pero seguramente el piso será un 10% más caro de lo que es ahora», advierte. A este respecto, Patricia Rodríguez-Lázaro advierte desde Clikalia de que «en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, el crecimiento reportado por el INE no refleja completamente los elevados incrementos que vemos a diario en la compraventa de viviendas, donde los aumentos alcanzan cifras de doble dígito».
