¿Quién es el obispo Pablo Rojas y por qué las monjas Clarisas de Belorado confían en él?

RMAG news

Sobresaltado se ha levantado el bello pueblo burgalés de Belorado, parada obligatoria del Camino de Santiago, tras conocer que las monjas Clarisas de este municipio querían abandonar la Iglesia Católica. La decisión no ha dejado indeferente a nadie y los habitantes de este municipio han mostrado su sorpresa por la decisión de unas vecinas muy apreciadas. El alcalde de Belorado, Álvaro Eguíluz, ha asegurado a EFE
que “ha sido una sorpresa porque no se lo esperaban” ya que nada
había hecho sospechar que la comunidad religiosa, muy cercana a los vecinos e
integrada en el municipio, tenía intención de abandonar la Iglesia Católica, lo
que está generando incertidumbre.

Hasta el domingo 12 de mayo, “el convento estaba
abierto, los vecinos se podían acercar a la iglesia para celebrar el culto y el
despacho del obrador también estaba abierto para la venta de dulces”, pues
las Clarisas de Belorado son conocidas por sus chocolates, trufas, rocas y
bombones que han promocionado hasta en Madrid Fusión.

Ahora, el Monasterio de Santa Clara está cerrado. De hecho,
los vecinos que se acercaron en la tarde del lunes 13 mayo para asistir a misa de 18:00
se encontraron con la verja de la entrada echada, la puerta de la iglesia
cerrada y un cartel que indicaba que el torno está cerrado temporalmente.

Pero ¿quién es el obispo Pablo de Rojas Sánchez-Franco, que
tanto cisma ha generado en la Iglesia Católica, y por qué estas monjas le
siguen tanto? Pablo de Rojas Sánchez-Franco fue excomulgado en el año 2019, y
el mismo se define como Grande de España y Duque Imperial.

En su página web, De Rojas explica que nació en la Sierra de
Cazorla (Jaén), donde veraneaba con su familia, el 20 de agosto de 1981.
Detalla también que fue sietemesino y que estuvo a punto de morir, motivo por
el cual hay un exvoto en acción de gracias en el Santuario de la Yedra.

Asimismo, habla de su familia “muy conocida de
Linares” y dedicada desde hace siglos a la orfebrería. Menciona a sus
padres y dedica unas palabras a “su querido y añorado abuelo, Pablo de
Rojas, ingeniero de Minas, que fue Gobernador Civil de Jaén y jefe Provincial
del Movimiento Nacional, desde 1948 a 1955, y presidente de la Cámara del
Comercio desde 1950 a 1965.

También asegura haber sido ordenado presbítero y obispo
entre los años 2005 y 2006 por el antiguo jesuita Derek Schell (consagrado
obispo en el Palmar de Troya en 1976), aunque en su biografía asegura no tener
nada que ver con esta secta ni con otras instituciones de estas características.

Pablo de Rojas Sánchez-Franco niega a legitimidad papal de
Juan XXIII y no reconoce a ningún obispo de Roma posterior a Pío XII. Tampoco
admite la validez de los sacramentos celebrados en la Iglesia católica
postconciliar.

En 2021 la Pía Unión de San Pablo Apóstol se inscribió en el
Registro Nacional de Asociaciones de Ministerio del Interior y su sede central
está en Bilbao, donde reside el obispo De Rojas, quien asegura asistir espiritual y
sacramentalmente a varios colegios mayores.

Pero el experto en sectas Luis Santamaría va más allá y asegura,
en declaraciones a la Agencia Efe, que “es un personaje megalomaníaco con
delirios de grandeza, que aúna lo eclesiástico y lo nobiliario, que se pasea
por Bilbao con ornamentos episcopales propios de otra época y que, en este
caso, todo parece indicar que se ha aprovechado de una situación de vulnerabilidad
de una comunidad de religiosas para presentarse ante las clarisas como el
salvador de la propia comunidad y de la Iglesia católica entera”.

A su juicio, De Rojas ha “vendido” a la comunidad
de clarisas esa teoría de la conspiración que afirma que en el Vaticano no hay
papa desde hace mas de 60 años, que la evolución de la Iglesia católica desde
Pío XII “es satánica” y que él es el único garante de la iglesia
tradicional y de la fe católica.

Ane el revuelo que se ha montado, el Arzobispado de Burgos intenta revertir la situación generada con la
comunidad de religiosas Clarisas de Belorado y Orduña (Vizcaya). Fuentes de
esta institución han explicado a EFE que trabajan para que el cisma, delito que
recoge el Código de Derecho Canónico y que podría acabar en excomunión, se
quede en una tentativa, y es el propio arzobispo, Mario Iceta, quien está
implicado en conseguir esa reversión, aunque todavía no ha conseguido hablar
con la abadesa, sor Isabel de la Trinidad.

Han indicado igualmente que no van a abrir un expediente de
excomunión a las religiosas basado en las imágenes que, una página web de
reciente creación, vinculada supuestamente a la comunidad de Clarisas y en la
que desde este lunes se han ido publicando documentos relativos a su decisión,
muestran una misa oficiada por ajenos a la Iglesia católica.

Desde el Arzobispado han afirmado no tener confirmación de
que las imágenes hayan sido tomadas en la iglesia del monasterio, que los
vecinos de Belorado se encontraron cerrada este lunes por la tarde cuando
asistieron, como de costumbre, a la misa de 18:00, que de celebrarse no se hizo
abierta al público.

Tampoco saben si realmente todas las monjas que forman la
comunidad, con un total de dieciséis religiosas, apoyan la postura anunciada
por la abadesa, que firma tanto la carta como el manifiesto católico con el que
ayer se anunció su intención de abandonar la Iglesia católica, y dice hacerlo
en nombre de todas las hermanas.

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