La cuarta generación del pequeño Swift, un modelo ya puede considerarse mítico para marca y mercado, con más de nueve millones de unidades vendidas en todo el mundo, llega estos días a los concesionarios españoles con nuevos argumentos, entre ellos la hibridación ligera de 12 V, un elevado equipamiento, la única opción 4×4 del mercado de los utilitarios y una tarifa asequible en comparación con la desmesura que está colonizando el mercado del automóvil y que está convirtiendo a los coches en artículos de lujo, a pesar de su necesidad.
El pequeño Swift conserva su halo reconocible, a pesar de contener apreciables diferencias que proporcionan una mayor contundencia visual sobre su antecesor, y añade mejoras den habitabilidad, además de mayor equipamiento tecnológico y etiqueta ECO para toda la gama.
El Swift de nueva generación llega con 3,86 metros de longitud 1,73 de anchura y 1,49 de altura 1.495 mm de altura, y un diseño con rasgos muy marcados, especialmente en los costados, con una línea de carácter ascendente que incluye las manetas de apertura de las puertas. En esta nueva generación, las manetas de las puertas traseras no están escamoteadas en el pilar C y pasan a la posición habitual en un coche.
Suzuki ha introducido modificaciones de diseño en todo el conjunto de la carrocería, pero sin renunciar a la personalidad del modelo, en tanto en la cabina hay cambios de mayor calado, generando una percepción de mayor calidad, consecuencia en parte por una mejorar de los materiales. El aspecto, con acabados en dos tonos, es más deportivo que el anterior. En general, destaca la calidad de fabricación, descubierta en los ajustes, por lo que bien podría decirse que el Swift es un alemán japonés.
La cabina sigue siendo muy espaciosa, teniendo en cuenta el tamaño del utilitario, con un maletero, muy aprovechable, que está en un volumen de 265 litros, aunque esta capacidad no es la mejor de entre la ofrecida por los competidores.
El tablero de a bordo está orientado al conductor con un gran panel clásico para mostrar los valores de funcionamiento del coche, al que se suma una gran pantalla de 9 pulgadas, en posición central, en la que se muestran los diferentes sistemas del coche, que ya cuenta con la conexión sin cable para el Apple Car Play y el Android Auto.
El Swift llega al mercado con un único sistema motriz basado en el motor tricilíndrico 1.2, con 82 CV de potencia y 112 Nm de par máximo, al que se le suma el sistema de hibridación ligera de 12 V de la marca, denominado SHVS, que puede estar gobernado por una transmisión manual o una automática de variado (CVT).
El SHVS se basa en el generador de arranque ISG (Integrated Starter Generator), cuya función es la de asistencia eléctrica al motor de combustión para mejorar el consumo.
Los consumos son realmente bajos, de entre 4,4 y 4,9 litros cada 100 kilómetros en ciclo combinado WLTP (entre 98 y 110 g/km de emisiones de CO2), dependiendo del tipo de transmisión y sistema de tracción.
Al tratarse de un sistema que funciona con una tensión de trabajo de 12 Voltios no permite la propulsión exclusivamente eléctrica, como sí llega a ocurrir en algunos sistemas de micro hibridación de 48 Voltios.
El ISG sustituye a un alternador convencional. Es un generador con función motora que, además, se utiliza para arrancar el motor, con una transmisión por correa cuya ventaja es un proceso más silencioso
Suzuki, que considera que este tipo de hibridación es la ideal para los vehículos utilitarios, ha configurado para el nuevo Swift una gama firmada por tres acabados -S1, S2 y S3- con dos cajas de cambio, manual o automática, una variante de 4×4, única en el segmento de mercado de los utilitarios, y una paleta con trece combinaciones, cuatro de ellas bitono.
La tarifa para el nuevo Swift arranca en 18.500 euros, que puede ser de 17.500 euros si se opta por la financiación de la compra, para terminar en los 22.600 euros de la variante tope.
