Horas antes de la celebración en Jerusalén de una manifestación para pedir la dimisión del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y la convocatoria de elecciones anticipadas, el Gobierno y la oposición de Israel han dejado de lado sus diferencias para recibir con indignación unánime la decisión del lunes de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) de la Haya de solicitar una orden de detención contra Netanyahu y su titular de Defensa, Yoav Gallant.