La agitación interna sacude a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Más de 300 militantes del partido —entre ellos, varios altos cargos— han impulsado y firmado un manifiesto en el que piden una “renovación general de la cúpula dirigente” para conducir a la formación hacia un modelo “más coral y colectivo, más transparente y con más participación de la base militante, de la estructura territorial y de los activos del municipalismo republicano”. El documento es un revés a la posibilidad de que Oriol Junqueras, que se ha apartado temporalmente de la presidencia del partido, pueda regresar después del verano para volver a desempeñar responsabilidades de mando. El manifiesto se hace público en un momento delicado para ERC, cuando tiene a sus líderes en barbecho y debe decidir si apoya una investidura del socialista Salvador Illa o se abona la estrategia de frente independentista que defiende Carles Puigdemont, aunque sea a costa de forzar unas nuevas elecciones en Cataluña.
