Existe un poema que comienza afirmando algo tan devastador como: “Cuando ya nada se espera personalmente exaltante”. Es la sensación que me asalta desde hace demasiado tiempo cuando veo la inmensa mayoría de las películas, tan largas como prescindibles. Y para mí el cine siempre ha sido algo personal, algo que puede alimentar el alma, donar sensaciones impagables. Pero el desánimo es alarmante observando la cartelera. Y la tradición confirma que la programación durante el mes de julio y hasta finales de agosto está enamorada de los saldos y de cositas nada estimulantes.
Tres colores
Tres colores: Azul
Estreno: 5 de julio.
Tres colores: Blanco
Estreno: 12 de julio.
Tres colores: Rojo
Estreno: 19 de julio.