Castilla-La Mancha destaca por su rico patrimonio artístico y cultural, por su espectaculares paisajes naturales, por una flora y una fauna muy diversa y por una gastronomía basada en la tradición y en los productos de la tierra.
En este sentido, a tan solo hora y media en coche de Madrid se encuentra un municipio medieval que para muchos es el paraíso del cochinillo y del cabrito asado. , dos elaboraciones muy arraigadas en esta localidad y que han alcanzado casi un grado de excelencia.
Según la reputada revista National Geographic, el pueblo de Jadraque, en la provincia de la Guadalajara, es un lugar donde se come “francamente bien” ya que lo sitúa dentro del ranking de municipios de Guadalajara más destacados en cuanto a gastronomía.
Los vecinos de Jadraque llevan años y años perfeccionando la receta del cabrito y el cochinillo asado basada en un aliño con hierbas aromáticas de la zona como el tomillo o el romero que a su vez se mezclan con el vino blanco de La Mancha, todo ello una cazuela de barro que con el calor del horno va cocinando lentamente la carne.
Todo aquel que prueba esta mezcla la cocina tradicional y la gastronomía manchega ya no quiere comer otra cosa.
Jadraque destaca además por su impresionante patrimonio histórico ensalzado por el conocido como el Castillo del Cid situado en un cerro a la orilla del río Henares. Esta fortaleza medieval fue ocupada a finales del siglo VIII por los árabes, sin embargo, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, consiguió conquistar el Castillo de Jadraque en el año 1085 de ahí su denominación.
Posteriormente, el castillo es sometido a una reforma por parte del Gran Cardenal Mendoza en el siglo XV dotándolo de un estilo renacentista que todavía perdura en la actualidad. Cabe señalar que esta fortaleza ha acogido a varios reyes castellanos y españoles como los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II, Felipe IV o Felipe V, entre otros.
Por otro lado, también hacer especial mención a los monumentos religiosos de Jadraque como su Iglesia de San Juan Bautista, el convento de los Capuchinos y las ermitas del Santísimo Cristo, de San Isidro y de Cáritas.
Así mismo, las casona hidalgas son de obligada visita ya que albergan miles de historias y leyendas como la Casa de los Verdugo donde se alojó Goya o la Casona de San Juan que fue lugar de descanso para Doña Juana la Loca en sus múltiples viajes entre Castilla y Aragón.
