Tan grande es el cementerio de La Almudena que, en realidad podemos encontrar tres camposantos: el Cementerio Civil, el Cementerio Hebreo y el antiguo Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena. No sólo es el de mayor tamaño de España; también está entre los de mayores dimensiones de toda Europa occidental. Alrededor de 120 hectáreas, y 140 años de historia, dan fe de ello. Igual que los cuatros millones de almas que han reposado en el mismo, prácticamente el equivalente a toda la Comunidad de Madrid. Entre sus inquilinos encontramos figuras clave en nuestra historia: Alcalá Zamora, José Calvo Sotelo, José Canalejas, Alejandro Lerroux, Millán Astray, Tierno Galván… Escritores de referencia como Pérez Galdós, Rafael Sánchez Ferlosio, Vicente Alexandre, Dámaso Alonso, Pío Baroja, Francisco Umbral… Actores como José Bódalo, Julia Caba Alba, José Luis López Vázquez, Emma Penella… Artistas como Lola Flores, futbolistas como Alfredo Di Stéfano…
Podríamos rellenar la presente página sólo enumerando los nombres más ilustres. Sin embargo, entre esas miles de lápidas se esconden otras historias, quizá más anónimas, pero igualmente apasionantes. Todas ellas tienen cabida en las visitas teatralizadas al cementerio, organizadas por los Servicios Funerarios de Madrid (SFM), empresa municipal perteneciente al Ayuntamiento. Una cita veraniega y que, debido a su gran acogida –esta supone la segunda vez que se celebra–, se ha afianzado como una de las actividades más singulares que pueden disfrutar todos aquellos que, por deseo o por obligación, permanezcan en la capital durante los meses de verano. Muchas historias, y algunas leyendas, narradas por los propios protagonistas –interpretados por la compañía de teatro de Sergio Pazos–, introducirán al visitante en los orígenes históricos del cementerio, explorando los rincones más emblemáticos y descubriendo muchos de sus mitos. Todo ello, coincidiendo con la puesta del sol, mientras la noche envuelve al cementerio en una atmósfera mágica y misteriosa.
No hay que olvidar tampoco el legado cultural y patrimonial del camposanto madrileño. Sus ya de por sí majestuosos monumentos, esculturas y mausoleos relatan las historias de generaciones pasadas. Rodeados, por otro lado, de abundante vegetación, lo cual convierte a La Almudena en uno de los pulmones verdes de la ciudad, pese a su cercanía con el entorno urbano.
Las visitas se realizarán de miércoles a domingo, entre el 10 de julio y el 15 de septiembre. Comenzarán a las 20:30 horas –el punto de encuentro es la Avenida Daroca 90, en los arcos de entrada al cementerio– y se extenderán durante dos horas y media, finalizando sobre las 23:00. En esta edición, se ofertarán 1.200 entradas, a un precio de 10 euros cada una. Las entradas están disponibles en la página oficial de reservas: visitascementerioalmudena.sfmadrid.es. Por el momento, las del día 10 ya se han agotado. Hay que tener en cuenta que el aforo máximo permitido es de treinta personas por jornada.
Cambio de recorrido
Para esta segunda edición cambiará el recorrido por el interior del cementerio respecto al de la temporada pasada. Además, se incluye una escena nueva y se amplían los días de la semana en los que se ofrecen visitas, añadiendo los miércoles para este verano.
En todo caso, y como recuerdan desde el Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, Servicios Funerarios de Madrid –gestora de los tanatorios M30 y Sur, los dos crematorios de la ciudad y los 14 cementerios municipales– ofrece durante todo el año visitas guiadas a los cementerios de Nuestra Señora de la Almudena como parte de su programa cultural. Una actividad que pretende acercar el patrimonio de los cementerios municipales a la ciudadanía, revelando «su riqueza histórica, cultural, artística y arquitectónica».
Antes de embarcarse en este viaje, un consejo: la visita consiste en un recorrido a pie con paradas en las cuales se desarrollan las escenas. Durante la teatralización, no habrá asientos disponibles. Por ello, es recomendable llevar una pequeña silla plegable para aquellas personas que no puedan permanecer mucho tiempo de pie. En ningún caso, subrayan, estará permitido sentarse en las unidades de enterramiento. Dicho esto, todo listo para disfrutar de una noche inolvidable.
