Hallan que la contaminación disminuye casi un 40% el éxito de los nacimientos con reproducción asistida

Hallan que la contaminación disminuye casi un 40% el éxito de los nacimientos con reproducción asistida

La mala calidad del aire provoca seis millones de partos prematuros al año a nivel mundial. Así, según las estimaciones de riesgo, cada incremento de 10 microgramos de partículas PM 2,5 por metro cúbico en el aire llevaría a un descenso de 22 gramos de peso en el nacimiento, un 11% más de riesgo de sufrir bajo peso al nacer y un 12% más de riesgo de nacimiento prematuro.

Cada minuto respiramos entre cinco y seis litros de aire. Pero, ¿qué ocurre si ese aire que respiramos está contaminado antes de la recuperación de ovocitos durante la fecundación in vitro?

Un estudio pionero, presentado hoy en la 40ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (Eshre) en Ámsterdam y publicado en “Human Reproduction”, ha revelado que la exposición a partículas finas (PM) antes de la recuperación de ovocitos (óvulos) durante la fecundación in vitro puede reducir las probabilidades de lograr un nacimiento vivo en casi un 40%.

Para llegar a esta conclusión, el doctor Sebastian Leathersich, autor principal del estudio, especialista en fertilidad y ginecólogo de Perth, en Australia, y su equipo, analizaron la exposición a PM 10 en las dos semanas previas a la recolección de ovocitos y encontraron que las probabilidades de un nacimiento vivo disminuyeron un 38% al comparar el cuartil más alto de exposición (18,63 a 35,42 µg/m3) con el cuartil más bajo (7,08 a 12,92 µg/m3).

La investigación, que se llevó a cabo durante un período de ocho años en Perth, analizó 3.659 transferencias de embriones congelados de 1836 pacientes. La edad media de las mujeres en el momento de la extracción de los ovocitos era de 34,5 años y de 36,1 años en el momento de la transferencia de los embriones congelados.

El estudio examinó las concentraciones de contaminantes del aire durante cuatro períodos de exposición previos a la extracción de los ovocitos (24 horas, 2 semanas, 4 semanas y 3 meses).

El aumento de la exposición a PM 2,5 en los 3 meses previos a la recuperación de ovocitos también se asoció con una disminución de las probabilidades de nacimiento vivo, que cayeron de 0,90 en el segundo cuartil a 0,66 en el cuarto cuartil.

Es importante destacar que se observó el impacto negativo de la contaminación del aire a pesar de la excelente calidad general del aire durante el período de estudio, con niveles de PM10 y PM 2,5 que excedieron las directrices de la OMS en solo el 0,4% y el 4,5% de los días de estudio, respectivamente.

“Este es el primer estudio que ha utilizado ciclos de transferencia de embriones congelados para analizar por separado los efectos de la exposición a contaminantes durante el desarrollo de los óvulos y en el momento de la transferencia de embriones y en el inicio del embarazo. De este modo, pudimos evaluar si la contaminación estaba teniendo un efecto sobre los propios óvulos o sobre las primeras etapas del embarazo”, explica Leathersich.

“Nuestros resultados -prosigue- revelan una asociación lineal negativa entre la exposición a partículas en suspensión durante las dos semanas y los tres meses anteriores a la recolección de ovocitos y las tasas de nacimientos vivos posteriores a partir de esos ovocitos. Esta asociación es independiente de la calidad del aire en el momento de la transferencia de embriones congelados. Estos hallazgos sugieren que la contaminación afecta negativamente a la calidad de los óvulos, no solo en las primeras etapas del embarazo, lo que es una distinción que no se había informado anteriormente”.

La contaminación del aire es uno de los mayores riesgos ambientales para la salud y se estima que causa más de 4 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo. La exposición a partículas finas está asociada a una serie de condiciones de salud adversas, incluidas enfermedades cardiovasculares y respiratorias. En 2021, el 97% de la población urbana de la UE estuvo expuesta a concentraciones de PM 2,5 superiores a las directrices anuales de la OMS (5 microgramos/m3).

“El cambio climático y la contaminación siguen siendo las mayores amenazas para la salud humana, y la reproducción humana no es inmune a ellas. Incluso en una parte del mundo donde muy pocos días superan los límites máximos de contaminación aceptados internacionalmente, existe una fuerte correlación negativa entre la cantidad de contaminación del aire y la tasa de nacimientos vivos en los ciclos de transferencia de embriones congelados. Minimizar la exposición a los contaminantes debe ser una prioridad clave de salud pública”, hace hincapié Leathersich.

“Este importante estudio destaca un vínculo significativo entre la contaminación del aire y menores tasas de éxito de la FIV, con una reducción notable en los nacimientos vivos asociada con una mayor exposición a partículas en suspensión antes de la recuperación de los ovocitos. Estos hallazgos enfatizan la necesidad de seguir prestando atención a los factores ambientales en la salud reproductiva”, añade el profesor Dr. Anis Feki, presidente electo de Eshre.

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