Bill Finger, el injustamente oculto padre de Batman

Bill Finger, el injustamente oculto padre de Batman

Suele pasar en el mundo del cómic, especialmente cuando se trata de personajes que han pasado a convertirse en todo un negocio, que sus orígenes quedan tan oscuros como sus propias aventuras. Pasa cuando se trata de indagar sobre algunas de las creaciones de Stan Lee, pero también con el llamado caballero oscuro, con el justiciero que recorre por la noche las calles de Gotham City. Es decir, pasa también con Batman quien parece que solamente tiene un padre llamado Bob Kane. Sin embargo, este dibujante se preocupó de robarle parte de la autoría a un escritor que fue muy responsable de un universo con millones de adeptos en todo el mundo. Se llamaba Bill Finger y ahora su vida ha sido convertida en una historia en viñetas.

«Bill Finger: A la sombra de un mito», publicado por Planeta Cómic, es un trabajo firmado por Julian Voloj y Erez Zadok, un trabajo extraordinario como es el de convertir en novela gráfica una vida muy desconocida y, hasta cierto punto, anónima. Para ello se toma como punto de partida la biografía que sobre Finger escribió Marc Tyler Nobleman, una investigación que arrancó en 2006.

Finger murió en el anonimato con una situación económica muy desastrosa porque nunca se benefició ni de las series de televisión ni del numeroso «merchandising» surgido alrededor del personaje al que ayudó a nacer y crecer. Todo el mérito era para Bob Kane que prefirió ignorar a la otra parte creativa del superhéroe enmascarado al que da vida Bruce Wayne.

Finger y Kane se habían conocido en una fiesta en el barrio del Bronx 1936. Se hicieron amigos y comenzaron a colaborar en la creación de historietas. La primera, hoy un incunable del cómic, se tituló «Rusty and his pals» y no ocultaba el hecho de estar influida por Terry y los Piratas, la célebre serie de Milton Caniff. Era 1938 y el dibujante se encargó de suprimir en esa ocasión el nombre del guionista.

El éxito de Superman hizo que los dos amigos se animaran a crear un nuevo personaje. Finger sugirió que fuera un detective, a la manera de Sherlock Holmes, pero enmascarado y con una identidad secreta como el Zorro. Bob se encargó de dibujar las palabras de Bill quien también ideó todos los villanos a los que se enfrentó Batman, como el Joker o el Pingüino, aunque no se acreditó nunca su autoría. Para Bob Kane era un negro a sueldo, como los muchos que tuvo a lo largo de su carrera, al que se le pagaba puntualmente, pero que no tenía por qué recibir publicidad alguna. Las medallas eran para él.

El cómic de Voloj y Zadok nos permite seguir los pasos de Nobleman mientras investiga sobre las andanzas de Bill Finger quien está ya considerado como uno de los más importantes guionistas de su tiempo, un autor con una imaginación única que dio una dimensión diferente al mundo de los superhéroes gracias a personajes como, además de Batman, Linterna Verde.

Una corriente de seguidores del caballero oscuro, además de las indagaciones de Marc Tyler Nobleman provocaron que finalmente DC Comics, la firma que posee los derechos del personaje, en octubre de 2015 decidió dar a Bill Finger el crédito que merecía y que aún se mantiene: «Batman creado por Bob Kane con Bill Finger».

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