Descubren un planeta gigante que huele a huevos podridos y donde llueve vidrio fundido

Descubren un planeta gigante que huele a huevos podridos y donde llueve vidrio fundido

Investigadores de la prestigiosa Universidad John Hopkins han
descubierto un planeta que huele a huevos podridos o, si nos sentimos escatológicos:
a pedo. Para realizar este descubrimiento olfativo han utilizado un
telescopio de 10.000 millones de dólares. Hasta aquí la noticia puede
parecer algo escandalosa. ¿Acaso no habrá problemas reales como para que los
científicos se centren en el olor de un planeta? ¿Para eso gastamos miles
de millones de dólares en construir el dichoso telescopio espacial James Webb? Si
tu mente ha empezado a divagar en esa dirección, no te preocupes, porque esta
investigación es mucho más valiosa de lo que parece.

Es difícil no banalizar un descubrimiento cuando tienes que
resumirlo en apenas una frase y que, encima, tenga gancho. En este caso
es estrictamente cierto: un grupo de expertos ha descubierto que un exoplaneta bien
conocido huele a huevos podridos, pero ellos jamás lo habrían enunciado así
ante sus colegas. Posiblemente habrían dicho algo como que: hemos
descubierto que en la atmósfera de HD 189733 b hay sulfuro de hidrógeno y eso
podría ser clave para comprender el origen de los júpiter calientes. Claro
que, dicho así, a quien no le dice mucho es al público general, así que intentemos
relacionar el titular con esos palabros científicos.

HD 189733 b

Tras ese nombre, que bien podría ser la contraseña del
banco, se encuentra un exoplaneta que llevamos investigando desde 2005. Un
exoplaneta no es otra cosa que un planeta que se encuentra fuera de nuestro
sistema solar. En concreto, este está a 64 años luz de aquí que, en kilómetros,
serían unos 600.000.000.000.000 kilómetros. Seiscientos billones de kilómetros
que sería el equivalente a viajar 2 millones de veces al Sol (ida y vuelta). La
cuestión es que, desde 2005, HD 189733 b ha captado nuestra atención por
lo fácil que es analizarlo.

HD 189733 b se trata de un júpiter caliente: un planeta
gigante gaseoso que, en lugar de estar lejos de su estrella, como lo están
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, se encuentra, al menos, 8 veces más cerca
que Mercurio. En concreto, HD 189733 b está 13 veces más cerca de su
estrella que Mercurio de nuestro Sol. En principio, esto no debería ser
posible, porque según creemos entender, durante la formación de los sistemas solares
no suele haber suficiente materia en los alrededores de la estrella como para formar
tal gigante. Por eso los investigadores sospechan que pueden haber migrado
desde otros lugares más lejanos donde se formaron.

Grande y caliente para que te vean más

Si están en lo cierto, no cabría esperar que los júpiter calientes
fueran los planetas más frecuentes allí afuera, sin embargo, hemos encontrado
muchísimos. De hecho, la mayoría de los más de 5000 exoplanetas encontrados son
júpiteres calientes. Sin embargo, algunos estudios sugieren que solo 1 entre
cada 1000 estrellas cuenta con un júpiter caliente. ¿Cómo es esto posible?
La respuesta es muy sencilla: las dos principales técnicas que tenemos para
detectar planetas fuera de nuestro sistema solar funcionan mejor con planetas
grandes y cercanos a su estrella, esto es: júpiteres calientes.

La técnica del tránsito consiste en ver la caída en el
brillo de una estrella cada X horas porque un planeta pasa entre nosotros y la
estrella. El método de la velocidad radial deduce la presencia de un planeta en
función de las anomalías en el movimiento de una estrella asumiendo que estas
se deben a un cuerpo muy masivo que gira a su alrededor. En cualquiera de los
dos casos, ser grande y estar cerca hace más fácil la detección.

Casi 1000 grados a la sombra

Si hablamos en concreto de HD 189733 b, este se encuentra
a temperaturas de unos 900 grados Celsius, lo recorren vientos de 8000 kilómetros
por hora (el récord en la Tierra ha sido de 408 km/h) y, por si fuera poco,
posiblemente llueva vidrio fundido. En cualquier caso, su extrema cercanía a
la estrella tiene otra ventaja: nuestros métodos para analizar la composición
química de las atmósferas de otros planetas dependen de la luz que nos llega de
ellas.

La luz que sale de su estrella atraviesa sus atmósferas, en
mayor cantidad cuanto más cerca estén. Al recorrer los gases que la componen,
estos dejan en la luz una suerte de huella inconfundible. Cuando la luz
llega a nosotros (64 años después de abandonar HD 189733 b, nosotros podemos analizar
esas huellas y deducir qué elementos y en qué concentración las dejaron. Así
es como han descubierto que, efectivamente, tal como sospechaban, HD 189733 b tiene
sulfuro de hidrógeno en su atmósfera, un compuesto que, casualmente, es
responsable del olor a huevos podridos y a pedo, dicho mal y pronto.

¿Único o la norma?

En palabras de uno de los investigadores, el doctor Guangwei
Fu: “Supongamos que estudiamos otros 100 júpiteres calientes y todos están
enriquecidos en azufre. ¿Qué significa eso sobre cómo nacieron y cómo se
formaron de manera diferente en comparación con nuestro propio Júpiter?”. De hecho,
en esta investigación también analizaron la concentración de metales pesados
en HD 189733 b y descubrieron algo extraño.

Estos elementos están muy presentes en gigantes gaseosos
como los de nuestro sistema solar, especialmente en los menos grandes, como
Urano y Neptuno. Por ese motivo los investigadores sospechan que la cantidad
de metales pesados está relacionada con la masa del gigante gaseoso y, en
este caso, HD 189733 b ha mostrado concentraciones similares a las de Júpiter,
con quien también comparte tamaño, confirmando que esta relación parece
extenderse más allá de los confines de nuestro sistema solar.

“Los hallazgos apoyan nuestra comprensión de cómo los
planetas se forman a través de la creación de más material sólido después de la
formación inicial del núcleo y luego se enriquecen naturalmente con metales
pesados”, dijo Fu. Pero, este artículo publicado en Nature no es el
final, sino más bien un principio. El equipo emprenderá ahora la tarea de
analizar las atmósferas de otros júpiteres calientes para determinar si la alta
cantidad de azufre es común a todos ellos y nos puede revelar algo sobre su origen
o si, por la contra, es una rareza de HD 189733 b.

QUE NO TE LA CUELEN:

A pesar de lo que pueda parecer y, aún siendo el azufre una molécula
clave para la vida, esta investigación no está buscando biomarcadores. Como
aclara el propio doctor Fu: “No estamos buscando vida en este planeta porque es
demasiado caliente, pero encontrar sulfuro de hidrógeno es un paso para
encontrar esta molécula en otros planetas y obtener una mayor comprensión de
cómo se forman diferentes tipos de planetas”.

REFERENCIAS (MLA):

Guangwei Fu,
et al. Hydrogen sulfide and metal-enriched atmosphere for a Jupiter-mass
exoplanet Nature
10.1038/s41586-024-07760-y

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