Suecia tiene hoy defensas aéreas que pueden proteger alrededor del 5% de la superficie del país nórdico. Está prevista la compra de más sistemas de defensa aérea, pero esto protegerá principalmente a las fuerzas militares. “No hay suficientes recursos”, reconoce el diputado conservador Jörgen Berglund, presidente del Comité de Defensa del “Rikstag” (Parlamento sueco).
La guerra en Ucrania ha demostrado la importancia de la defensa aérea. Esto es lo que opina el investigador en ciencias de la guerra Oscar Jonsson. “Yo diría que la defensa aérea es lo que mantiene viva a Ucrania hoy”, explica en declaraciones a la cadena pública SVT.
Al mismo tiempo, se dice que Ucrania estaba entre los países con mayor densidad antiaérea de Europa antes de que estallara la guerra. Para Suecia y muchos otros Estados miembros de la OTAN, la situación es diferente. Un experto en defensa aérea ha hecho una estimación por encargo de la televisión pública sueca sobre el tamaño del área que podría proteger Suecia con la defensa aérea que tiene actualmente. Se trata de alrededor del 5%, lo que corresponde a un poco menos que el condado de Västernorrland.
Ahora hay propuestas para que Suecia compre más defensas aéreas. Pero debe proteger principalmente a las fuerzas militares. El Partido Verde desde la oposición se muestra a favor de reforzar la protección de los cielos suecos. “Tal como parece hoy, nuestra defensa aérea no tiene la capacidad de proteger a toda la población civil ni a toda la infraestructura civil que necesitaríamos”, considera Emma Berginger.
La diputada ecologista forma parte del Comité de Defensa del Parlamento, un foro donde todos los partidos discuten sobre política de seguridad.
Los demás partidos del “Riksdag”, sin embargo, tienen una opinión diferente. “Creo que es una cuestión de prioridades, donde el Partido Verde en muchas situaciones prioriza a la población civil y la infraestructura civil más que otros partidos”, opina Berglund.
El diputado del gobernante Partido Moderado, recientemente nombrado nuevo presidente del Comité de Defensa, no está de acuerdo. “Somos siete partidos -una mayoría- que tenemos una opinión diferente”. Según él, no es posible simplemente comprar más sistemas antiaéreos. Requiere mantenimiento y personal que pueda cuidarlos. Algo de lo que carece Suecia.
“No sólo es necesario aumentar la capacidad antiaérea, sino también la amplitud, simplemente no hay suficientes recursos”, explica Berglund.
Según el experto Jonsson, el cálculo de costes es el problema fundamental de la defensa aérea. “Cuesta mucho tener un sistema antiaéreo que logre localizar algo volando hacia ti con una carga explosiva a toda velocidad”. Un solo sistema antiaéreo puede costar decenas de millones de euros, mientras que un dron atacante más grande puede costar alrededor de 200.000 coronas suecas (unos 20.000 euros).
