Una casa para toda la vida, o no. Los tiempos han cambiado, y con ellos el mercado inmobiliario. Cada vez es más difícil elegir dónde establecerse, ya que nuestra vida puede dar un giro en cualquier momento: nos mudamos por una nueva oferta de trabajo, una enfermedad, un hijo, etc. Hoy en día es habitual trasladarse a una segunda vivienda, o incluso a una tercera, en función de nuestras necesidades en lugar de adaptar la que ya se tiene. Para hacer frente a este gasto vendemos la vivienda actual para comprar otra, aunque para esto, antes tenemos que informarnos de los impuestos a pagar por nuestra decisión.
Uno de los más importantes es el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (ITVNU), conocido popularmente como plusvalía municipal, un tributo que grava el incremento de valor que experimentan los terrenos a consecuencia de la transmisión de la propiedad, explican desde el blog de iAhorro.
Sin embargo, si vendemos nuestra vivienda habitual siendo mayores de 65 años, estaríamos exentos de pagar dicho impuesto, al igual que si reinvertimos el dinero obtenido de la venta en la compra de otra vivienda que sea de uso habitual. Es decir, solo habría que pagar la plusvalía municipal si utilizamos el dinero obtenido para invertir en otro tipo de bienes.
Costes de la nueva vivienda
Antes de mudarnos a la casa nueva, hay una serie de costes que tendremos que asumir. En caso de que sea una vivienda nueva, hay que pagar un IVA del 10% para las que se compren en la península y de un 6,5% para las Islas Canarias. Si es una casa de segunda mano, habría que pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que oscila entre un 6% y un 10% del coste del inmueble.
Después tenemos que pagar los gastos de notaría (entre 500 y 1.000 euros en función de las copias de la escritura y su extensión), el registro (500 euros), la gestoría (400 euros) y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados para viviendas nuevas (entre el 0,5% y el 1,5% del valor de la vivienda).
No olvidarse de la hipoteca
Aunque hayamos vendido la vivienda anterior, es más que probable que tengamos que hipotecar nuestro nuevo hogar, una tarea que también acarrea una serie de gastos, como la tasación (entre 200 y 400 euros según las dimensiones del inmueble) y la comisión de apertura, un pago que no todos los bancos aplican, pero que sí se hace, oscila entre el 0,5% y el 1,5% de la cantidad a financiar.
