Ana Portillo y Santiago Camacho se dan el “sí quiero”: todos los detalles de la ceremonia

Ana Portillo y Santiago Camacho se dan el “sí quiero”: todos los detalles de la ceremonia

Ana Cristina Portillo, la hija menor de Sandra Domecq, se ha casado este sábado en la Catedral de Jerez de la Frontera con Santiago Camacho. La joven diseñadora ha estado acompañada de todos sus seres queridos, especialmente de sus hermanas Alejandra, Claudia y Eugenia, hijas de Bertín Osborne, que han compartido su felicidad. “Estamos muy contentas porque es un día muy importante y estábamos deseando que llegase”, han expresado.

Las tres esperaban en el exterior de la iglesia su llegada para ayudarle a llevar la gran capa que lucía su vestido de novia y acompañarla al altar, donde esperaba su prometido. Santiago llegó, tal y como manda la tradición, unos minutos antes del brazo de su madre. Aunque nervioso, atendió a las cámaras y confesó su ilusión por ver a Ana Cristina. La catedral de Jerez de la Frontera es un lugar muy significativo para la novia. En ella recibió su Bautismo e hizo su Comunión.

A pesar de la relación afectuosa que mantiene Bertín Osborne con la hermana menor de sus hijas, a quien considera una hija más, ha desistido acudir a la ceremonia religiosa para no robarle protagonismo. Sí se le espera en la celebración, puesto que ha recibido la invitación.

Ana Cristina ha sido la encargada de diseñar los estampados los vestidos de sus hermanas: “Ella ha hecho los estampados, los ha pintado, los de las tres hermanas y los de todas las testigos y ya cada uno se ha hecho el traje como ha querido”. En cuanto a si llevará algo de su madre, la recordada Sandra Domeq, desvelan que no: “Lleva cosas que le recuerdan a ella, pero nada de ella”.

La novia ha escogido un look nupcial del diseñador gallego Jorge Acuña. Se trata de un vestido confeccionado con muselina de seda, con cuerpo drapeado con bordados esféricos y plateados, escote asimétrico y larga capa que nacía de los hombros y que ha hecho a su vez de cola, así como con una falda fluida de seda.

Tanto la novia como sus hermanas han hecho gala de la elegancia heredada de su madre, Sandra Domecq, fallecida en 2005 a causa de un cáncer, cuando Ana tan solo tenía 11 años. Su recuerdo ha estado muy presente en la familia en un día tan especial.

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