De la tiara familiar al impresionante velo bordado, todos los detalles del look nupcial de la Princesa Teodora de Grecia

De la tiara familiar al impresionante velo bordado, todos los detalles del look nupcial de la Princesa Teodora de Grecia

Hoy Atenas respira magia. La Princesa Teodora de Grecia ha dado el ‘sí, quiero’ a Matthew Kusner, y no ha sido cualquier boda, ha sido una auténtica boda griega de esas que vemos en la tele los sábados por la tarde llena de amor, familia y, por supuesto, estilo, mucho estilo. Pero antes de hablar del vestido (¡porque qué vestido!), hablemos un momento de la preboda de anoche. Fue todo un espectáculo real, con la Reina Sofía, las Infantas Elena y Cristina, y hasta los hijos de la Infanta Cristina, todos juntos para apoyar a la novia en una velada íntima y encantadora. Pero lo que todos estábamos esperando desde entonces, claro está, era el gran look nupcial de la hija de Constantino II.

Después de cuatro años de espera y de haber pospuesto el enlace en varias ocasiones, por fin ha llegado el día en que Teodora ha podido lucir este impresionante vestido de una de las diseñadoras más aclamadas de Grecia, Celia Kritharioti. Cuando Teodora salió del coche, hubo un suspiro colectivo. Su vestido es justo lo que todas esperábamos: clásico, elegante y a la vez tan moderno. La silueta princesa, con esa falda de encaje tan delicada, era como de cuento, pero al mismo tiempo se sentía ligera, casi como si flotara con cada paso. Las flores bordadas, repartidas con un gusto exquisito, añadían ese toque femenino sin recargar, dejando que la verdadera protagonista fuera ella.

Y hablemos del escote Bardot, ¡qué acierto! Un detalle que envuelve los hombros de forma suave y elegante, casi como un abrazo. Es de esos toques que, sin ser demasiado evidentes, elevan el look a otro nivel. El escote cuadrado quizás habría sido la opción más esperada, pero Teodora ha sabido jugar con la tradición y darle un giro muy personal. Me atrevo a decir que este vestido va a marcar tendencia entre las novias que buscan algo más allá de lo típico. Uno de los elementos más llamativos de su estilismo ha sido, sin duda, el velo. Como hemos visto mientras se acercaba a la catedral, este largo velo de encaje bordado se extendía casi hasta el suelo, creando una estampa absolutamente impresionante. La delicadeza de sus bordados y la manera en que caía desde su tiara histórica aportaban un aire etéreo y de ensueño, perfecto para la ocasión. El velo no solo complementaba el vestido a la perfección, sino que también realzaba el toque regio de su look, añadiendo un simbolismo especial que evocaba las bodas reales más icónicas.

Y luego está la tiara. No es una simple joya, es una pieza de historia familiar, y verla sobre Teodora, brillando entre el encaje del velo, es todo un guiño a su linaje. Esta tiara ha acompañado a varias generaciones de la familia real griega, y hoy, al estar coronando este momento tan especial, nos recuerda que, aunque ya no reine una corona sobre Grecia, la elegancia y el legado permanecen vivos. Además, combinada con ese velo tan delicado que caía hasta el suelo, creaba un conjunto absolutamente de ensueño.

Si algo ha quedado claro hoy es que Teodora ha conseguido lo que toda novia busca: un look que sea único, que hable de su personalidad y que, al mismo tiempo, conecte con la tradición de su familia. No ha sido solo un vestido más, ha sido una declaración de estilo al más puro estilo cuento de hadas.

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