La superespecialización marca la diferencia en el abordaje del sarcoma

La superespecialización marca la diferencia en el abordaje del sarcoma

El sarcoma es un grupo de neoplasias agresivas, poco frecuentes e histológicamente heterogéneas, que pueden afectar a cualquier edad, representando el 1% de los tumores en el adulto y un 20% en niños y adolescentes. Afecta tanto a huesos como a tejidos blandos, con más de 75 subtipos que, a su vez, se dividen en sarcomas de partes blandas, suponiendo el 85%, y óseos, que representan el 15%.

Tal y como subraya el doctor Eduardo Ortiz, jefe de Equipo de la Unidad de Sarcomas del Hospital Ruber Internacional, «por lo general, los sarcomas se manifiestan en forma de bulto o masa, inicialmente indolora, que crece hasta causar un dolor constante, aunque presentan una amplia diversidad en cuanto a su presentación. Por ello, el manejo de este tipo de cáncer debe realizarse en centros expertos en sarcomas multidisciplinarios». En ese sentido, subraya la importancia de que los procesos diagnósticos y terapéuticos en pacientes con sospecha o diagnóstico de sarcoma sean discutidos en un «comité multidisciplinario en el que participen, como mínimo, anatomopatólogos, radiólogos, cirujanos, oncólogos médicos y oncólogos radioterápicos, aunque se pueden contar 23 especialidades trabajando en esta neoplasia. La derivación precoz a un centro especializado mejora la supervivencia de los pacientes».

Para los cirujanos ortopedistas oncológicos, la cirugía de sarcoma resulta un gran reto, pues «si no conocemos bien al enemigo y estamos muy familiarizados con su realidad, los resultados serán decepcionantes», apunta el Dr. Ortiz. El tratamiento quirúrgico debe ajustarse a las leyes de la cirugía ortopédica oncológica, cuyos objetivos son intentar salvar la vida de los pacientes y conseguir la mejor funcionalidad del territorio afecto, sea o no con una cirugía conservadora. «Somos defensores de la formación de estos profesionales con un programa de superespecialización “clinical fellowship”, con una duración mínima de un año, tal como se realiza en otros países de Europa y Norteamérica», subraya.

La doctora Mª Ángeles Vaz, especialista en Oncología Médica y Adjunta de la Unidad de Sarcomas del hospital madrileño, asegura que esta neoplasia rara tiene unas características especiales porque «no surge de un órgano concreto». Además, apunta al papel clave del personal de enfermería y administrativo para la coordinación de citas y para seguir a los pacientes, «asegurando una atención integral y continua». A este respecto, el Hospital Ruber Internacional cuenta con una Unidad de Sarcomas superespecializada con diferentes especialidades dotada de las últimas tecnologías tanto para el diagnóstico como para el tratamiento y sus facultativos cuentan con más de 15 años de práctica en sarcomas.

Trabajo de investigación

«Somos una unidad implicada no solo en la asistencia, sino también en los aspectos docentes y de investigación. Participamos de manera activa como ponentes y profesores en diversos cursos de actualización y formación continuada a nivel nacional e internacional», destaca el doctor Eduardo Ortiz, quien añade que los profesionales cada vez están más formados: «Estudiamos más y conocemos mejor al enemigo que enfrentamos». Según el doctor, el primer objetivo a la hora de enfrentarse a esta enfermedad es el oncológico y, después, «en el mejor resultado funcional, intentado reducir una amputación». Por ello es decisivo el diagnóstico temprano del tumor, ya que, cuanto más pequeño sea el bulto, más fácil es la intervención.

Es el caso del doctor Pablo Gallo, jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, quien detalla que «el sarcoma a veces está en íntimo contacto a los vasos sanguíneos, por lo que debemos resecar el tumor sin lesionarlos o sustituir el paquete vascular por un by-pass de vena, arteria o de los dos». En ese sentido, el Hospital Ruber Internacional dispone de un quirófano híbrido, útil para realizar pruebas dentro del propio quirófano.

Cirugía plástica

La reconstrucción de estructuras anatómicas, evitando la amputación de extremidades, es posible gracias al papel de la cirugía plástica. Además, de su correcta reconstrucción depende que los pacientes puedan someterse a radioterapia en un tiempo adecuado. El doctor César Casado, responsable de la Unidad de Cirugía Plástica, afirma que «a la hora de resecar un tumor de este tipo no basta con eliminar el tejido afectado, dado que el comportamiento agresivo del sarcoma exige extirpar tejido sano». Para la doctora Mª Purificación Domínguez, jefe de Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Ruber Internacional, la complicidad entre patólogos y cirujanos es esencial, pues «los patólogos interpretamos los hallazgos histológicos en función de los datos clínicos».

La radioterapia es otro de los procedimientos clave, según la doctora Belén Belinchón, integrante de la Unidad de Oncología Radioterápica del Hospital Ruber Internacional, centro que dispone de las técnicas más avanzadas para el tratamiento radioterápico de los sarcomas. «Según su localización, la radioterapia con técnicas de intensidad modulada, imagen guiada y control del movimiento se administra antes o después de la cirugía o de forma exclusiva. En pacientes con recidiva, la radiocirugía robótica con CyberKnife permite tratar estas lesiones de forma segura, exacta y precisa», asegura Belinchón. El doctor Fernando Herraiz, especialista en Radiodiagnóstico del centro, asegura que las técnicas disponibles como la radiografía simple, gammagrafía, ecografía, tomografía computada, resonancia magnética o la tomografía por emisión de positrones «aportan datos para el mejor tratamiento y posterior seguimiento».

Además del aspecto más científico y técnico, la doctora María Ángeles Vaz hace hincapié en el lado más humano de la medicina, sobre todo cuando se trata de enfrentarse a un cáncer como el sarcoma, ya que «un trato cercano, el tiempo para comprender cuál es su enfermedad y los tratamientos recomendados, el acceso al equipo terapéutico en caso de surgir dudas o complicaciones, la facilidad para conseguir citas médicas o pruebas a realizar por parte del equipo administrativo, instalaciones adecuadas del hospital de día donde se administran los tratamientos de quimioterapia, un equipo de enfermería profesional y cercano; impactarán en cómo el paciente pueda afrontar esta enfermedad».

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