Clínicas VIDA reivindica la medicina reproductiva frente a los desafíos actuales de la maternidad

Clínicas VIDA reivindica la medicina reproductiva frente a los desafíos actuales de la maternidad

Cínicas VIDA, del sector de la medicina reproductiva del Grupo vallisoletano Recoletas, ha protagonizado este lunes un foro de debate celebrado en Madrid, sobre los desafíos actuales y de futuro a los que se enfrenta la maternidad en España, en un momento en el que cada vez son más mujeres las que no quieren tener hijos -España es el segundo país con la tasa de natalidad más baja en la Unión Europea-, mientras que las mujeres que sí que lo desean tienen problemas para concebir.

Durante el encuentro se ponía en valor el auge de la medicina reproductiva, que ha ayudado a un aumento significativo de los nacimientos en las últimas décadas. En concreto, más de un 10 por ciento de los nacimientos en el país son fruto de tratamientos de fertilidad (INE); pero aún quedan muchos retos a los que

El doctor Luis Rodríguez Tabernero, director médico de Clínicas VIDA y presidente de SEISEGO; el Doctor Nicolás Prados, coordinador de laboratorios de FIV de Clínicas VIDA; María Guruceta, responsable de Incidencia Política de la Asociación Madres Solteras por Elección; María Miyar, directora de Estudios Sociales del think tank FUNCAS; y Helena Fernández, presidenta de la Red Nacional de Infértiles, han sido los encargados de dirigir esta conversación en la que se ha puesto de manifiesto la importancia del abordaje de las nuevas necesidades en cuanto a maternidad. Una mesa redonda cuyo cierre, además, ha estado a cargo de la directora gerente de VIDA, Belén Gallegos.

“Afortunadamente en España ya se está hablando de la notabilidad de la natalidad, que ha pasado de ser un tema que no interesaba a ser un tema que está bastante candente, tanto a nivel político como en la sociedad, porque la situación ha llegado a un límite en el cual había que tomar medidas”, explicaba Rodríguez-Tabernero. , mientras destacaba que se ha retrasado notablemente la edad en la que las mujeres son madres. “Cada diez años ha ido aumentando en un año la edad media en la que se tiene el primer hijo”, apuntaba.

La edad es un factor que influye en la natalidad del país, pues a día de hoy, son muchas las mujeres que deciden emprender su maternidad a partir de los 35, o incluso 40, años, cuando encuentran estabilidad en su vida como para comenzar este proyecto: España es el país con mayor porcentaje de madres de más de 40 años en la UE. A los 35 años, sin embargo, es cuando la calidad de los ovocitos en una mujer comienza a descender de manera significativa, haciendo más complejo el proceso de embarazo.

“Este retraso de la maternidad tiene un efecto sobre cómo la gente concibe sus propias trayectorias; muchas veces cuando somos jóvenes no estamos en contacto con parejas que quieren tener hijos. Los jóvenes ven muy lejos esa maternidad, también porque, gracias al aumento de la esperanza de vida, ven muy lejos el final de esta. Hace falta concienciación para que se entienda que por mucho que aumente la esperanza de vida, no aumenta la vida reproductiva de las mujeres ni su reserva ovárica”, cuenta en datos María Miyar. “En este plano la educación desde pequeños, desde el colegio, es vital”.

No es de extrañar, pues, que el concepto de maternidad haya evolucionado en los últimos años: ya no está ligada a factores que antes sí existían, como, por ejemplo, la necesidad de una pareja. “Tenemos que separar la sexualidad de la maternidad”, apunta, por su parte, María Guruceta, de la Asociación Madres Solteras por Elección. “Hay que normalizar lo que ya está pasando: no todos los hijos nacen fruto de un acto sexual; puede ser de una madre que decide emprender su maternidad sola”, amplía.

En este marco la medicina reproductiva tiene un papel primordial para ayudar a estas madres solas por elección. Lo mismo ocurre con aquellas diagnosticadas de infertilidad, una enfermedad que, aunque aún obviada por muchos, está reconocida por la Organización Mundial de la Salud y requiere de un abordaje multidisciplinar.

“La medicina reproductiva que tenemos en España es maravillosa, una de las mejores, que además avanza a una velocidad gigante, pero la realidad es que una no entra en una clínica de reproducción asistida y sale embarazada. Hay un camino, un camino en el que hay mucha incertidumbre acerca de si finalmente se va a conseguir ser mamá”, explica Helena Fernández, presidenta de la Red Nacional de Infértiles. “Desde la Red Nacional de Infértiles hemos presentado en el Congreso un decálogo de medidas urgentes para poder cubrir las necesidades que tenemos hoy en día en el largo camino a ser madres”.

Nutrición y salud mental

En este proyecto hacia la maternidad, con las incertidumbres que pueden surgir a lo largo de él, existen factores capaces de influir de manera directa en la fertilidad de las mujeres. Y, al respecto, Verónica de la Fuente, nutricionista de Clínicas VIDA; y Mar Tirado, coordinadora de la Unidad de Apoyo Emocional de Clínicas VIDA, dedicaron un espacio en este encuentro a realizar dos talleres prácticos sobre nutrición y bienestar emocional.

“La nutrición algunas veces queda de lado cuando hablamos de fertilidad, pero es igual de importante. En cualquier proceso de fertilidad hay que hacer una valoración de estado nutricional para detectar si hay alguna carencia; igualmente hay que valorar a nivel cualitativo la dieta: cómo es la dieta que estamos llevando y especialmente si cubre las necesidades que se buscan en una situación de búsqueda de embarazo”, explica Verónica de la Fuente.

En el contexto de esta búsqueda existe un test de adherencia de fertilidad basado en una serie de sencillas preguntas relacionadas con la dieta de nuestro día a día para saber si esta cubre las necesidades básicas que favorecen la capacidad de reproducción.

Por otro lado, la salud mental también tiene un impacto importante en la fertilidad, y su cuidado es crucial tanto en los posibles diagnósticos como en un proceso de reproducción asistida.

Someterse a un tratamiento de fertilidad no siempre es un camino fácil, los pacientes pueden experimentar estrés y ansiedad cuando deciden comenzar uno: durante la preparación del tratamiento, con la toma de la medicación, y finalmente durante la beta espera —periodo de tiempo que pasa desde que termina el tratamiento de reproducción asistida hasta que se puede hacer la prueba de embarazo—y el tan ansiado resultado.

“El 90% de las cosas que tememos no llegan a pasar, pero nuestro cuerpo reacciona de la misma forma que si estuviera pasando; estamos predispuestos para la supervivencia y en momentos de ansiedad nuestro cerebro no distingue lo real de lo imaginario”, explica Mar Tirado sobre el estrés y la incertidumbre en un proceso de fertilidad. “Solo un 5% de las mujeres recurren a apoyo emocional cuando la realidad es que un total del 55% presenta sintomatología ansiosa”.

Una de las técnicas utilizada para la gestión de este estrés es el conocido mindfulness: a través de una serie de ejercicios prácticos —muy cercanos a la meditación—se aprende a estar presente en un plano mente-cuerpo. Esta práctica ayuda a mantener la calma y reducir la ansiedad que pueda surgir en relación con la fertilidad y sus procesos. Una práctica que, además, los asistentes a este encuentro tuvieron la posibilidad de realizar in situ para poder apreciar en primera persona sus beneficios.

Finalmente, en el encuentro se ponía en valor que la medicina reproductiva está mejorando a grandes pasos, y un factor que influye en gran manera en dicha mejora es la tecnología.

“Los avances en tecnología y en inteligencia artificial están permitiendo que los algoritmos, a su vez, estén mejorando y ya puedan pensar por sí mismos y sacar conclusiones. ¿Cómo se aplica esto en medicina reproductiva? Un ejemplo claro es su aplicación en la selección de embriones: hace unos años esto lo hacíamos a mano a través de parámetros, hoy en día es todo más sencillo y eficaz”, contó Nicolás Prados.

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