Con más de cien años de historia, el muñeco Michelin se creó como una campaña de marketing para que la empresa de su mismo nombre promocionara sus neumáticos de manera visual y llamativa. No obstante, se trata de un dibujo de color blanco, y no negro, como el color de las ruedas de los vehículos. Pero esto tiene una explicación lógica, puesto que la compañía lo hizo adrede.
A lo largo del tiempo, el muñeco Michelin ha ido evolucionando. Sus fundadores fueron André y Édouard Michelin, quienes asistieron a una feria comercial en Lyon en 1894. En esta, vieron una pila de neumáticos que parecía un hombre sin brazos ni cabeza, lo que les sirvió de inspiración para crear una mascota que pudiera promocionar a la marca.
Cuatro años más tarde, Michelin contrató al ilustrador francés Marius Rossillon, más conocido como O’Galop, para diseñar una mascota. Se le ofreció la representación de un personaje con un cuerpo compuesto de neumáticos, aunque inicialmente, el personaje iba a llevar un estilo parecido al de un gladiador o personaje romano.
Esta es la razón por la que el muñeco de Michelin es blanco y no negro, pese al color de los neumáticos
El muñeco sería creado para humanizar la marca y hacerla más reconocible. Su nombre original es Bibendum, que proviene de la frase en latín “Nunc est Bibendum”, que significa “Ahora es tiempo de beber”. Es una frase que sería utilizada en un cartel publicitario en el que Bibendum sostenía una copa llena de objetos peligrosos, como clavos y vidrios rotos, que representaban los obstáculos de la carretera que los neumáticos Michelin podían superar sin problemas.
En sus primeras versiones, el muñeco era más corpulento y tenía un aspecto más intimidante, con gafas de monóculo y una apariencia más robusta. A medida que los neumáticos han ido evolucionando y se hicieron más delgados, Bibendum tendría también una apariencia más delgada. Pero su color siempre fue blanco, y no negro.
La razón es que los neumáticos tenían un tono beige ligeramente traslúcido en un principio, pero el color negro no llegó hasta 1912, cuando se empezó a añadir carbono a la base de caucho con el fin de conferir mayor resistencia y durabilidad a los neumáticos, según explica la guía Michelin.
Por otro lado, AutoBild explica que también tenía que ver con la estética, puesto que el fabricante decidió optar por el negro ya que evitaría que los neumáticos se vieran sucios una vez se usara. En cualquier caso, el muñeco Bibendum siempre mantuvo el mismo color blanco, en referencia a los orígenes de los neumáticos. De esta forma, el personaje ha simbolizado siempre la calidad, durabilidad y seguridad de los neumáticos Michelin.
