José María Almoguera fracasa en su intento de seguir los pasos de su prima, Alejandra Rubio: las cifras

José María Almoguera fracasa en su intento de seguir los pasos de su prima, Alejandra Rubio: las cifras

Hay que ver la facilidad que tienen los miembros de la familia Campos para salir disparados del anonimato por el que un día clamaron para aterrizar en los platós de televisión. Primero fue Carmen Borrego, que abrazó la vida bajo los focos tras más de dos décadas de tranquilidad ganándose el pan detrás de las cámaras. Después llegó Alejandra Rubio, que todavía hoy se da golpes de pecho asegurando que no habla de su vida privada, aunque son varias sus exclusivas en revistas del corazón y se cuentan a centenares sus intervenciones en la pequeña pantalla. Pero ha sido la de José María Almoguera la irrupción más inesperada en este injustamente denostado mundo de la farándula.

Primero vendió su boda con Paola Olmedo a una de las biblias del papel couché y poco después hizo lo propio con una entrevista sobre su divorcio. Además, se ha convertido en un rostro habitual en “¡De viernes!”, el programa de Telecinco en el que alimenta los conflictos familiares que tan a cuenta le están saliendo.

Incluso se prodiga en alfombras rojas y hace poco posó como una celebridad, esmoquin blanco incluido, en el estreno de una famosísima película.

Almoguera ha descubierto las mieles de la fama y el dinero fácil y su próximo paso en este sentido parece encaminado a convertirse en influencer. El pasado agosto registró su primera cuenta pública en Instagram, donde se define como “piloto y amante del motociclismo”. De hecho, buena parte de su contenido está relacionado con el ciclomotor, una elección nada casual que podría responder a su interés de patrocinar marcas del mundillo en sus redes sociales.

Pero de momento no parece ir por buen camino. Ya han pasado dos meses desde que debutó en Instagram y tan solo ha cosechado 2000 seguidores, una cifra bastante pobre y alejada de los más de 300.000 con los que cuentan su tía, Terelu Campos, y su prima, Alejandra Rubio.

Pero no están las cosas ahora para pedirle unos tips y consejos sobre cómo triunfar en las plataformas digitales, habida cuenta de los ataques mutuos y públicos que todos se han dedicado. De hecho, Alejandra Rubio ni siquiera sigue a su primo en su cuenta de Instagram, una forma de negarle apoyo en su nueva aventura online y de dejar claro que, de momento, la influencer de la familia es ella.

Por cierto, todavía hay una Campos que sí se mantiene alejada del foco. Es Carmen Rosa, la otra hija de Carmen Borrego. Por ahora, evita involucrarse en el negocio familiar, pero quién sabe si algún día sigue los pasos marcados por su abuela, madre, tía, hermano y prima.

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