La demonización de los cazadores durante los últimos años de Gobierno del Botànic «ha arruinado a multitud de agricultores». Así lo ha asegurado esta mañana el conseller de Agricultura, Miguel Barrachina, durante su comparecencia en Les Corts para explicar las principales líneas de su Conselleria después de que fuera nombrado en el cargo el pasado mes de julio tras la salida de Vox del Consell y, con ello, del anterior conseller de Agricultura, José Luis Aguirre.
A él se ha referido como «todo un caballero», del que no solamente no va a parar «ninguno de sus proyectos» sino que trabajará por acelerarlos.
Uno de los asuntos a los que se ha referido ha sido precisamente al exceso de fauna salvaje, que provoca daños en los cultivos. «Hasta que el ecologismo de salón que nos gobernaba no ha visto a los jabalíes en la playa, no se ha preocupado», ha denunciado Barrachina, quien celebra que la Conselleria de Medio Ambiente esté autorizando prácticas prohibidas por el anterior Gobierno y que Marciano Gómez -conseller de Sanidad- vaya a regular los requisitos para la comercialización de carne procedente de la fauna slavaje.
200 millones en dos meses
Por otra parte, el conseller ha defendido «el respeto y reconocimiento que merecen» los agricultores, ganaderos y pescadores y que se materializa en los 200 millones de euros que ha movilizado el Consell en los dos últimos meses para apoyar al sector primario.
En este sentido, ha destacado el plan de ayudas contra la sequía de 17 millones de euros que beneficiará a 500 ganaderos y 29.500 agricultores, una medida que además va dirigida a evitar el abandono de tierras y representa «la primera vez que en la Comunitat Valenciana se hace una orden de ayudas directas por la sequía para el secano y las ganaderías».
Para modernización de regadíos, la Conselleria ha puesto en marcha una inversión de 50 millones mediante ayudas a comunidades de regantes para el uso racional del agua y la mejora de la eficiencia energética.
Sobre la falta de recursos hídricos, Barrachina ha asegurado que seguirá defendiendo el agua frente a «los recortes ideológicos» del Gobierno de España porque cada decisión de este demuestra, a su juicio, «una falta de sensibilidad con nuestra tierra y una humillación para los agricultores valencianos».
