El espectacular pueblo que permite pasear por “Petra” sin salir de España

El espectacular pueblo que permite pasear por “Petra” sin salir de España

España cuenta con algunos de los monumentos patrimoniales más impresionantes del mundo. Muchas ciudades y pueblos, sean del tamaño que sean, esconden verdaderos tesoros, que hacen que miles de turistas lleguen a nuestro país para disfrutar de estas joyas arquitectónicas. Uno de los monumentos más espectaculares en el mundo es “Petra”, y hay un pequeño, pero impresionante, pueblo español que cuenta con una iglesia que es reconocida como “La Petra española”, y que un paseo por sus calles traslada a sus visitantes al importante enclave arqueológico jordano.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su
conjunto monumental, histórico y paisajístico tiene un valor incalculable y son
muchos los que se acercan hasta Jordania para contemplarlo. El asentamiento de “Petra”
se localiza en un valle angosto, al este del valle de Arabá que se extiende
desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba. Los restos más célebres de Petra
son sin duda sus construcciones labradas en la misma roca del valle
(hemispeos), en particular, los edificios conocidos como el Khazneh (“El Tesoro”)
y el Deir (“El Monasterio”).

Fundada a finales del siglo VIII a. C. por los edomitas, fue
ocupada en el siglo VI a. C. por los nabateos que la hicieron prosperar gracias
a su situación en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las
especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del
Mediterráneo, según informa Wikipedia.

Hacia el siglo VI d. C., el cambio de las rutas comerciales
y los terremotos sufridos condujeron al abandono de la ciudad por sus
habitantes. Cayó en el olvido hasta que en 1812 el lugar fue redescubierto para
el mundo occidental por el explorador suizo Jean Louis Burckhardt (1784-1817).

 

Numerosos edificios, cuyas fachadas están directamente
esculpidas en la roca, forman un conjunto monumental único que, a partir del 6
de diciembre de 1985, está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la
UNESCO. La zona que rodea el lugar es también, desde 1993, parque nacional
arqueológico. Desde el 7 de julio de 2007, Petra forma parte de las nuevas
siete maravillas del mundo moderno.

Pues hay que dejar comparaciones a un lado, en esa búsqueda
de comparaciones que tanto gusta a la gente, muchos son los que aseguran que un
pequeño burgalés cuenta con su propia “Petra”. Este municipio es Gumiel de Izán, y el templo en cuestión,
su Iglesia de Santa María, que fue construida entre los siglos XIV y XVII, y
constituye el monumento más importante de la localidad.

El templo se levantó sobre otro más antiguo del siglo XIII
del que todavía se conserva la torre, y está dedicado a la Asunción de la
Virgen de Santa María, que ocupa el lado norte de la plaza mayor. De tres naves, gótica, cuenta con varias capillas, de las
que sobresalen la del Rosario y la del Cristo, ambas al lado oeste, completan
el conjunto.

 

La bóveda es de crucería y en algunos de sus nudos se pueden
contemplar los escudos de algunos de sus mecenas. Además, en la capilla de San
Miguel pueden verse los escudos de la familia del Marqués de Santillana que
aunque fue señor de Gumiel durante tan solo 6 años, dejó su huella en la
construcción de la iglesia. La fachada y escalinatas son barrocas.

En el interior destaca sin duda alguna el retablo del altar
mayor, tardogótico, de principios del XVI, que narra en grupos escultóricos
distintas escenas de la vida de Jesús así como de la Virgen María. Las tallas
dedicadas a la Virgen ocupan la calle central del retablo: nacimiento,
ascensión y coronación. Se remata el retablo con un calvario. Otros personajes,
como el rey David con el arpa desenfundada, completan el conjunto, cuyas piezas
han viajado a la exposición Las Edades del Hombre en distintas ocasiones. En la
exposición que tuvo lugar en Bruselas (1996), Gumiel participó con una pieza
excepcional: una virgen románica sedente del siglo XII.

Cuenta además con otros altares interesantes como el de San
Pedro (renacentista), el de la Virgen del Rosario (barroco) y el Cristo de la
Paciencia (siglo XIII). En la capilla de la Virgen de Rosario se expone además
una pila bautismal, proveniente de la ermita de Santa Marina de Revilla, ya
desaparecida, y de una colección de capiteles románicos provenientes del
desaparecido también convento cisterciense de San Pedro. Un Cristo yacente
articulado, de la escuela castellana, es otra pieza que conviene destacar. En
la sacristía hay un pequeño museo con importantes piezas como la imagen
románica conocida como la Virgen de Tremello, y la talla gótica del Cristo de
Reveche.

Junto a este templo, la localidad burgalesa alberga multitud de
atractivos que la convierten en un destino perfecto para pasar el día. De
hecho, su casco histórico fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 2003. Por este motivo, merece la pena pasear por sus calles y
disfrutar de la arquitectura popular, que puede recordar a la de otros pueblos
castellanos de la Ribera del Duero como Peñafiel o San Esteban de Gormaz, y de
sus construcciones entre la que destacan los lagares.

 

Sus calles conducen a lugares tan especiales como su Plaza
Mayor, donde se pueden contemplar algunas construcciones típicas de la zona,
algunas de ellas porticadas. Además, contempla otros atractivos monumentales
como el arco de los Mesones, el Castillo, la ermita de Santo Cristo de Reveche,
la ermita de la Virgen del Río, la ermita de San Roque y la de San Antonio.

También hay evidencias en Gumiel de Izán de los restos de
una muralla (en el siglo XIV sus vecinos prestaron refugio al rey Pedro I el
Cruel dentro de sus muros), muralla de la que solo quedaban cimientos,
escombros y dos puertas (las del Mediodía y Norte) en el siglo XVIII.
Posteriormente el trazado de la muralla se amplió por el crecimiento del núcleo
del pueblo. Esta muralla es “Bien de Interés Cultural” desde 1949.

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