España fue el tercer país de la UE donde más subió la vivienda en el segundo trimestre del año

España fue el tercer país de la UE donde más subió la vivienda en el segundo trimestre del año

La vivienda, lejos de estabilizarse, sigue alejándose cada vez más del alcance de la población. España se sitúa ya como el tercer país de la Unión Europea con mayor incremento de precios de la vivienda en el segundo trimestre de este año, según los datos publicados este jueves por la oficina de estadística comunitaria Eurostat, coincidiendo con la celebración de la Conferencia Sectorial de Vivienda, que ha enfrentado al Gobierno y a las comunidades autónomas presididas por el PP por la aplicación de la Ley de Vivienda.

En concreto, el precio de la vivienda en España creció un 3,6% entre abril y junio de este año, en comparación con los tres primeros meses de 2023. Este aumento coloca a España solo por detrás de Croacia (4,3%) y Portugal (3,9%) en cuanto a la mayor subida de precios en la Unión Europea. Además, este incremento se suma al alza del 2,7% registrada entre enero y marzo, un dato que ya posicionaba al país entre los cinco más afectados por la inflación inmobiliaria en Europa.

En contraste, otros países del bloque comunitario han experimentado un ligero respiro. Francia y Bélgica, por ejemplo, vieron una disminución del 0,2% en sus precios, mientras que en Alemania, la mayor economía de la UE, el crecimiento fue del 1,3%. En promedio, el precio de la vivienda en la UE aumentó un 1,9% en el segundo trimestre, frente al 0,6% registrado en los primeros meses del año.

Pero no solo la compra de viviendas está siendo un dolor de cabeza para los europeos. El coste de los alquileres también sigue subiendo, con un incremento del 0,7% en la UE en el mismo período, aunque Eurostat no desglosa los datos por país en este caso.

Si se compara el precio de la vivienda actual con los niveles de 2010, la situación en algunos países es muy preocupante. En Estonia, por ejemplo, el precio ha aumentado un 232%, mientras que en Hungría ha crecido un 218%. En contraste, España muestra un incremento mucho más modesto del 17% en los últimos 14 años, debido en gran parte a la brusca caída de precios tras la crisis inmobiliaria que afectó al país entre 2008 y 2014. De hecho, los niveles más bajos en España se registraron a finales de 2013 y principios de 2014, cuando los precios eran un 30% inferiores a los de cuatro años antes.

Sin embargo, si el análisis se centra en los últimos ocho años, es decir, desde 2015, España vuelve a destacar como uno de los países con mayor incremento del precio de la vivienda, ocupando la octava posición en la UE con un aumento acumulado del 58%.

En plena crisis habitacional, la Ley de Vivienda ha provocado un choque frontal entre el Gobierno de coalición y el PP, que denuncia el fracaso de esta norma que entró en vigor en mayo de 2023, ya que ha provocado un hundimiento de la oferta de alquiler habitual y ha disparado los precios casi un 13%. La norma topa las renovaciones de los alquileres ya contratados al 3% (o a la inflación, si es menor) y permite limitar los precios de los nuevos alquileres en las zonas tensionadas, aunque su declaración depende de las comunidades autónomas y hasta ahora sólo Cataluña ha decidido imponerlas.

El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, y exministro de Seguridad Social, se ha mostrado este jueves escéptico con la efectividad de topar los precios del alquiler en zonas tensionadas, y ha asegurado que “no hay ningún dato empírico” que demuestre su eficacia ni que la delimitación de zonas tensionadas, en los que los precios del alquiler son muy elevados, “logre abaratar el precio de la vivienda”, ha explicado en el programa “Más de uno” de Carlos Alsina en Onda Cero.

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