Una agente de la Policía Nacional destinada en la Comisaría Local de Sabadell que se encontraba libre de servicio ha logrado salvar la vida a un hombre que sufrió una rotura súbita de la arteria tibial, logrando frenar la hemorragia de su pierna por donde brotaba sangre con abundancia y de esta manera mantener con vida al hombre hasta la llegada de los servicios de emergencia, informa Tot L’Hospitalet.
Los hechos ocurrieron por la mañana en un domicilio de un bloque de viviendas de un barrio de Sabadell. La agente que se encontraba libre de servicio en su domicilio escuchó unos gritos de una vecina pidiendo auxilio, al salir de su vivienda se encontró a su vecina con la voz entrecortada y los ojos llenos de lágrimas diciendo “el vecino, ¡Sangre, sangre!”.
La policía sin pensarlo salió a la calle y accedió a la casa del vecino, encontrándose al entrar en el pasillo de la vivienda, dos charcos enormes de sangre y a un hombre tendido en el suelo del salón gritando angustiosamente “¡Me muero, me muero! ”, al cual le brotaba sangre por un orificio de su pierna derecha a borbotones.
Al observar la situación, vio como el hombre tenía un orificio en la pierna de unos dos centímetros por donde brotaba gran cantidad de sangre al ritmo de las pulsaciones cardiacas. La agente no se lo pensó y actuó con premura y diligencia, taponando la hemorragia con la ropa que encontró en el salón, al mismo tiempo colocó a esta persona en la posición de seguridad para este tipo de situaciones, que consiste en poner al paciente decúbito supino, con las extremidades inferiores elevadas y sin dejar de taponar la hemorragia.
Al mismo tiempo se coordinó con su compañero de piso para que contactara con los servicios de emergencia del 112 y les especificara en su comunicación que se trataba de una ruptura de arteria en la pierna derecha con hemorragia exterior, para que de esta manera se agilizara su intervención. Durante el tiempo de espera de la ambulancia la policía actuante mantuvo a la persona herida con la hemorragia taponada mientras le tranquilizaba y daba apoyo emocional, evitando que perdiera la consciencia.
