En el corazón de Segovia, donde la tradición culinaria se abraza con ingredientes locales de primera calidad y deliciosas recetas ancestrales, se encuentra El Real Ingenio Chico, un restaurante que ha conquistado a los paladares más exigentes y recientemente ha sido reconocido con el Solete Repsol, el distintivo que ofrece la Guía Repsol a locales de comida que, sin entrar dentro de la categoría de alta cocina, sorprenden por su producto, su servicio o su personalidad.
En la carta de este establecimiento se pueden encontrar desde especialidades típicas de la región, como el mítico lechazo asado o la paletilla de cordero lechal, hasta recetas que combinan tradición y vanguardia e incluyen platos de siempre a los que se le da una «vuelta de tuerca», como el cochinillo confitado o los judiones de Segovia con morritos, y sugerencias más innovadoras de cocina de autor de temporada, como el salmorejo con helado de vainilla y la ensalada crujiente de langostinos. Sin duda, una atractiva y seductora oferta para los amantes de la buena mesa, que pueden degustar estas exquisiteces tanto a la carta como en un menú del día que da la opción de elegir entre 10 primeros y 10 segundos, con un precio de 27,50€ entre semana y 32€ los fines de semana. No obstante, el esfuerzo, la pasión, el amor y el buen hacer que el equipo de El Real Ingenio Chico pone en cada plato no son sus únicos puntos fuertes. Este espacio gastronómico se encuentra en un enclave mágico. Situado a los pies del Alcázar, en la misma ribera del río Eresma, junto al Monasterio de Santa María del Parral y con magníficas vistas del Alcázar, el restaurante forma parte del cuarto monumento más visitado de Segovia: la Antigua Real Fábrica de la Moneda. Este edificio construido por Juan de Herrera bajo el reinado de Felipe II, fue diseñado para convertirse en una fábrica innovadora y pionera, y albergar la moderna maquinaria que da nombre al restaurante: El Ingenio Chico.
Entre sus espacios, se encuentra un salón interior con dos alturas, que tiene capacidad para 100 personas. Además, posee una terraza exterior junto al río, con capacidad para 140 personas, con posibilidad de realizar eventos, ya que dispone de servicio de cafetería y carta.
En su acogedor comedor el visitante puede saborear plácidamente la cocina original, siempre respetuosa con los sabores tradicionales, al tiempo que disfruta del bonito paisaje y se relaja en un edificio impresionante con una copita de vino.
Y la oferta no se acaba aquí. Dentro del mismo recinto se encuentra el Hostal-Residencia de la Casa de la Moneda, un alojamiento con encanto que cuenta con 4 habitaciones dobles más zonas comunes, que invita a un placentero descanso tras una comida rica y copiosa.
