El millonario capricho del jubilado Iniesta

El millonario capricho del jubilado Iniesta

Andrés Iniesta anunciaba esta semana su retirada, a los 40 años, tras 22 años de una carrera a sus espaldas. El autor del gol más importante de la historia (que por cierto, ha llegado a patentar lo de «¡Iniesta de mi vida!», el popular comentario de José Antonio Camacho que se hizo famoso en el Mundial en 2010) cuelga sus botas poniendo el colofón a una carrera repartida entre el FC Barcelona, el Vissel Kobe japonés y el Emirates Club, en la Liga de Emiratos.

El futbolista manchego llega al retiro con las espaldas bien cubiertas gracias a sus negocios fuera de los terrenos de juego. Muchos parten de la sociedad Maresyterey SL, matriz de la mayoría de sus emprendimientos. Fundada en 2001 con un capital social de 20,1 millones de euros, a través de ella ha dosificado sus inversiones en diferentes campos. Algunos de ellos tienen que ver con el sector del ladrillo. Para ello el jugador constituyó Andrés Iniesta Construcciones SL, una empresa de la que se pierde la pista en 2012, el último año en que el jugador presentó sus cuentas en el Registro Mercantil.

Parecido es el caso de Picton Solutions SL. El futbolista participa en la sociedad representado a través de su hermano José Antonio, su mano derecha. La empresa, creada en 2013 y radicada en Barcelona, se dedica a la promoción inmobiliaria. Tras unos años sin actividad aparente, el registro cerró la hoja registral de la sociedad, algo que la empresa consiguió solventar reabriéndola el pasado mes de julio.

Viticultor apasionado

Al margen de sus inversiones en construcción, el futbolista ha expuesto buena parte de su patrimonio en una de sus pasiones: el vino. Para ello montó en 2009 en Fuentealbilla (Albacete), pueblo natal del jugador, Bodega Iniesta SL. Bajo la figura jurídica de una sociedad limitada unipersonal, el centrocampista manchego ha capeado años de números rojos en la sociedad consiguiendo facturar 1,67 millones de euros en 2022, sus últimas cuentas declaradas. La cifra estaba lejos de su récord de facturación de 2019, cuando vendió 2,4 millones de euros. Pese a estos números, las bodegas acumulaban un amplio historial de pérdidas.

Para paliarlo y mantener las nóminas de la treintena de empleados, la sociedad ha recibido varias inyecciones de liquidez por parte del jugador. En la última de ellas, en julio de 2023, la sociedad llevó a cabo una ampliación de capital por un importe de 5,87 millones de euros. Una cantidad que elevaba el capital suscrito hasta los 13,3 millones, incrementando en un 80% el capital social de la empresa. La operación suponía en la práctica convertir en capital un crédito a largo plazo que la sociedad mantenía con la matriz empresarial del jugador, Maresyterey SL, «con el fin de restablecer la situación patrimonial». Esta «situación» no era otra que cumplir con La ley de Sociedades, que prevé que el patrimonio neto de las empresas no puede ser inferior al 50 por ciento del capital de la sociedad. Siguiendo esa intención de reconducir las pérdidas y aumentar la veta de negocio, la bodega ha ampliado en los últimos tiempos su actividad más allá del vino, ofreciendo visitas a los turistas con un plan de enoturismo que incluye, además de la visita a la bodega, la opción de cenar e incluso pernoctar en la misma. Las previsiones para 2023 son halagüeñas. Pese a no haber presentado aún sus números, la empresa prevé una facturación de 1,66 millones de euros para el último ejercicio.

Éxitos y sanciones

Caldos aparte, en 2018 Iniesta y su mujer, Anna Ortiz, crearon la marca de zapatillas Mikakus. Además de ser imagen de su propia marca, el futbolista aprovechó su estancia en Japón, para abrir su primera tienda en el país nipón. El éxito fue rotundo, hasta el punto de vender en el primer año de vida 4.000 pares de zapatillas, principalmente a través del canal online. Hoy la marca está presente en las principales ciudades de España, como Barcelona, Madrid, Alicante, Zaragoza, Sevilla, Marbella, Algeciras, Almería, Gijón o Ibiza. Además, el futbolista ha hecho algunas inversiones en diferentes startups tecnológicas o en la industria de los eSports a través de NSN (Never Say Never), su empresa matriz. Un éxito en los negocios que sitúan al jugador con un patrimonio de 120 millones de euros.

La única espina de su trayectoria son sus vinos. Iniesta ha tenido algún sobresalto con la Administración. En concreto, el pasado mes de abril la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, sancionó con una multa de 1.800,6 euros a Bodega Iniesta, por incumplir la Ley de la Cadena Alimentaria al no incorporar en el contrato alimentario el precio de venta del vino. La ley busca evitar que los productores vendan a pérdidas el producto, por debajo del precio de mercado, una práctica denunciada públicamente por los agricultores.

Please follow and like us:
Pin Share