Durante la temporada 2020-2021 se abatieron un total de 35.559 ejemplares de jabalíes en la Comunitat Valenciana, el máximo histórico de la serie disponible para esta especie, que representa el 85 por ciento del total de las capturas realizadas en caza mayor.
Sin embargo, todas estas capturas no son suficientes para invertir el crecimiento de su población, que seguirá aumentando de no aplicarse cambios significativos. Según explican desde la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, hay municipios de la Comunitat declarados con sobrepoblación de jabalíes por considerar que presentan niveles de población por encima de los deseables, que están provocando impactos importantes sobre las actividades humanas y sobre otras especies de flora y fauna del medio natural.
La región se ve particularmente afectada en la agricultura y también por episodios de siniestralidad que presentan algunas carreteras especialmente en las comarcas de La Marina Alta y la Plana Alta. A ello últimamente se unen algunas incursiones en zonas urbanizadas que generan alarma en los residentes.
Por ello, se tomó la medida de cambiar los criterios y normas de gestión de la especie para facilitar las acciones de caza y hacerlas más efectivas mediante la ampliación del periodo hábil para su práctica, la regulación del cebado, la penalización de los boicots a las cacerías o la delimitación de aquellos municipios donde es necesario concentrar los esfuerzos de control y se han declarado en sobrepoblación.
Desde la Conselleria se quiere además fomentar la implicación municipal, para lo cual se ha puesto en marcha una línea de ayudas específica para el control poblacional destinada a los Ayuntamientos, con la que se subvencionará hasta el 100% del coste de la actividad de control realizada mediante cualquier técnica de caza bien por un club de cazadores o bien por una empresa dedicada al control de fauna.
La Dirección General de Medio Natural y Animal está desarrollando un proyecto que cuenta con una fase de inventario y diagnóstico de la situación en la que se realizan los muestreos necesarios para conocer el estado actual (densidad y área de distribución) de la población de jabalíes, así como de las especies cuyo estado de conservación está comprometido por la abundancia de esta especie. Para ello, se utiliza un sistema de conteo basado en la técnica de fototrampeo que modela los encuentros entre los animales y las cámaras colocadas.
De forma paralela, explican desde la Conselleria, y en colaboración con la Conselleria de Agricultura y la Federación de caza, también se están llevando a cabo otras medidas como la gestión de los residuos, la promoción y comercialización de la carne de caza. Además, se ha fomentado la utilización de cajas-trampa. Para ubicar las trampas se buscan zonas con rastros de jabalí en las que se realiza una monitorización previa con cámaras para confirmar la presencia; se recaba el permiso del propietario de la finca y la autorización de la Conselleria. Una vez se confirma la presencia de jabalíes y se obtienen los permisos antedichos, se ubican las trampas.
