“Gran Hermano” inició el pasado jueves un nuevo despertar, ya con los concursantes oficiales de esta nueva y esperada edición anónima de la casa de Guadalix, que despidió en la última gala a su primera villana, Maite, que anoche estuvo presente en el debate dominical con una actitud diferente a lo que nos venía acostumbrando semanas atrás. Además, Ion Aramendi no dudó en meter el miedo en el cuerpo de los concursantes del programa de Mediaset, enseñando cómo están los porcentajes en estos momentos, dejando patidifusos a muchos participantes de “Gran Hermano”.
Concursante salvada
El programa también tuvo tiempo para explorar las dos caras del amor. Mientras que la pareja de Nerea y Luis se tambaleaba por momentos, amenazando una posible ruptura entre ambos, lo que daría un juego bastante interesante a la trama dentro de la casa, Edi y Violeta cada vez están más arrimados, por lo que una posible hora sin cámaras estará cerca de suceder en Guadalix. Sin embargo, el punto álgido de la gala dominical llegó con la revelación de los porcentajes de salvación, dejando petrificados a los cuatro nominados; Javier, Jorge, Juan y Vanessa, que claudicaron al ver la amplia diferencia entre unos y otros.
En la reciente ronda de votaciones, los resultados mostraron grandes diferencias entre los participantes, lo que generó tensión entre ellos. La audiencia decidió que Vanessa se enfrentara a las nominaciones, recibiendo votos de Ruvens, Óscar, Edi, Manu, Laura, Jorge y Juan. Mientras tanto, Jorge fue votado por Lucía, Silvia, Luis, Nerea, Daniela y Vanessa. Por su parte, Juan solo tuvo a Violeta y Maika en contra, mientras que Javier no recibió ningún voto negativo, manteniéndose a salvo. La sorpresa vino cuando Silvia, al descubrir que era la “big bro” de la semana, usó su poder de salvación para rescatar a Vanessa de las nominaciones, alterando así el curso del juego. Este giro inesperado marcó un momento crucial en el programa, generando expectativas sobre cómo afectará a las dinámicas futuras entre los concursantes.
Por otro lado, Maite, que había sido expulsada previamente, enfrentó críticas durante su aparición en el plató. A pesar de que los colaboradores intentaron ser moderados, las críticas hacia ella fueron contundentes. Belén Ro fue directa al reprocharle los comentarios ofensivos que había hecho sobre la audiencia, afirmando que 46 millones de espectadores se alegraron de su salida.
Maite, aunque se disculpó por sus palabras, argumentó que no las dijo con mala intención, sino que se dejó llevar por la situación dentro de la casa. Sin embargo, Marta Peñate fue aún más dura en su intervención, señalando que la actitud de Maite como tirana, especialmente tras haber sido la primera salvada, fue lo que la llevó a ser rechazada. Maite, aunque admitió haber tenido momentos difíciles, insistió en que no se reconocía en los vídeos mostrados.
