“Hablo en nombre de todos los premiados, no me esperaba”. Así ha comenzado el escritor Ferran Torrent (Sedaví; Valencia 1951) su discurso al recibir el Premio Literario de las Letras Valencianas de manos del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y en Alicante.
Un discurso en el que, con la ironía como bandera, ha recalcado que le hizo mucha ilusión y que cumplió el compromiso de no hacerlo público. “Solo se lo dije a mi hermana Isabel que padece Alzheimer”, ha comentado para añadir, al instante le pregunté si se acordaba de lo que le acababa de decir. “Fueron veinte segundos de ilusión” por los que, ha dicho, valió la pena romper el secreto.
Las distinciones al Mérito Cultural han recaído en el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, y lo ha recogido su hermana, Ana Falomir; la asociación Raíces Reino de Valencia por digitalizar los archivos de las diócesis de la Comunidad Valenciana; la productora María Zamora -que no ha podido asistir y lo recibirá mañana miércoles en Valencia- y, a título póstumo, al compositor de Cocentaina Gustavo Pascual Falcó, creador del pasodoble Paquito el Chocolatero, y lo ha recogido su hijo, Gustavo Pascual Pérez.
En un acto solemne en Casa Mediterráneo en Alicante con motivo del 9 d’Octubre y, cargado de simbolismo por celebrarse por “primera vez en 4o años”, en palabras del propio Mazón en una ciudad diferente a Valencia, y porque por primera vez una institución pública valenciana reconoce a un autor que escribe en valenciano.
Si bien Torrent ha intervenido en nombre de todos ellos, su obra y su figura han sido sin duda los grandes protagonistas y en su intervención ha hecho un llamamiento para valorar a los creadores “sin apriorismos ideológicos”, al tiempo que ha defendido una cultura diversa, sin etiquetas ni jerarquías”.
Con una treintena de libros, es uno de los autores más leídos en valenciano, recibió el premio Sant Jordi en 1994 y fue finalista del Premio Planeta en 2004 con “La Vida en el abismo”. En su discurso, Torrent ha añadido que “la cultura no admite más título de propiedad que el reconocimiento a los creadores del público”.
El escritor ha confesado que considera el humor y la ironía “una necesidad existencial” para agregar que es un novelista vocacional que, en 1987, decidió profesionalizarse. “Una decisión arriesgada y temeraria”, ha añadido.
Por su parte, Mazón ha subrayado “el papel esencial de la cultura como herramienta con la que construir conocimiento, libertad y cohesión social”, al tiempo ha destacado la “ambición” del Consell para impulsarla “como seña de identidad y palanca para nuestro desarrollo y prosperidad”.
“Nuestras expresiones culturales definen nuestra identidad como pueblo y nos proyectan al resto del mundo”, ha indicado para después reivindicar “el enorme y valioso acervo cultural que atesoramos y producimos”.
Así, ha reconocido la labor y trayectoria de escritores como Ferran Torrent, cineastas como María Zamora, historiadores del arte como Miguel Falomir, compositores como Gustavo Pascual Falcó o conservadores y divulgadores de nuestro patrimonio como los miembros de la Asociación Raíces Reino de Valencia por ser “grandes ejemplos de lo que somos capaces de hacer y de ofrecer al mundo desde nuestra forma de ver y disfrutar de la vida”.
Mazón ha señalado la importancia de reconocer los referentes de la Comunidad Valenciana en los distintos ámbitos como una “reafirmación de nuestro autogobierno y de celebración de lo que nos une y nos define como comunidad política, económica, social y fiscal”.
Del mismo modo, ha defendido que la cultura de la Comunidad Valenciana “es única, propia y singular sin ser apéndice de nada ni subsidiaria de nadie”, y ha puesto en valor su manifestación “en nuestras dos lenguas sin prejuicios, ni complejos”.
