Más del 13% de los españoles no tiene acceso a alimentos nutritivos y seguros, lo que pone en riesgo su salud

Más del 13% de los españoles no tiene acceso a alimentos nutritivos y seguros, lo que pone en riesgo su salud

Una alimentación saludable previene y reduce el riesgo de enfermedades, mejora la calidad de vida, así como la funcionalidad y productividad de las personas, y los costes sanitarios.

Sin embargo, en España no está al alcance de todos: un 13,3% de la población (6,7 millones de personas) no tiene acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias para una vida activa y sana.

Es lo que se define como “inseguridad alimentaria” y, en nuestro país, es cada vez más extensa y severa, como consecuencia de la inflación económica de los alimentos y la situación de precariedad de muchas familias, provocadas por la pandemia del covid, la invasión rusa de Ucrania o el cambio climático.

Todos estos factores han provocando un incremento del coste de la Cesta Básica de Alimentos, que ha hecho inasumible para muchas familias el acceso a una alimentación saludable. Los más afectados son los hogares monoparentales, familias numerosas y las personas mayores. Preocupa especialmente la infancia, donde las situaciones de malnutrición en las familias con menos recursos duplica a la de los hogares de mayores rentas.

Estas son algunas de las razones más importantes que ha llevado al Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (Cgcodn) y la Academia Española de Nutrición y Dietética a firmar un Manifiesto por la Visibilidad de la Inseguridad Alimentaria en España, refrendado por Acción contra el Hambre y el grupo de investigación de la Universidad Ramón Llull Global Research on Wellbeing (GRoW).

“El derecho a la alimentación es básico y fundamental. No podemos permitirnos como sociedad que existan familias sin acceso económico a una Cesta Básica de Alimentos saludable y sostenible”, afirma el presidente del CGCODN, Manuel Moñino. “La pobreza alimentaria aumenta el riesgo de enfermedades crónicas a nivel físico y psíquico, lo que supone un elevadísimo coste económico y, sobre todo, una pérdida irreparable en el bienestar y calidad de vida de la ciudadanía”.

Mecanismos de adaptación

Según explica Moñino, “la inseguridad alimentaria genera mecanismos de adaptación: bajo consumo de alimentos frescos, menor cantidad ingerida, menos número de platos y comidas al día y, por contra, más alimentos procesados y refinados, de calorías con bajo valor nutricional y mayor sedentarismo”. Una pescadilla que se muerde la cola.

El principal objetivo del Manifiesto es ser un llamamiento a la concienciación y la acción por parte de todos los agentes implicados para mejorar la detección y monitorización de la inseguridad alimentaria y la malnutrición en los hogares españoles, así como para defender medidas de protección social que garanticen la seguridad alimentaria de las personas en situación de riesgo, facilitandoles el acceso a una Cesta Básica de Alimentos saludable, sostenible y asequible.

Las entidades promotoras y colaboradoras de este Manifiesto han invitado a instituciones, entidades y organizaciones públicas y privadas a sumarse al mismo para comprometerse con la promoción de la visibilidad de la pobreza alimentaria en España.

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