Un sorprendente suceso ocurrió en una playa de Gran Canaria este verano. Una mujer utilizó una réplica de un AK-47 para intimidar a un hombre que, según dijo ella, se estaba masturbando mientras la miraba en las Dunas de Maspalomas. El episodio, que fue además registrado en video, muestra a la mujer empleando un rifle de airsoft para ahuyentar al presunto acosador.
Por lo visto el hombre, cuya identidad permanece en el anonimato, fue descubierto por la mujer oculto entre unos arbustos. Tal y como se pudo apreciar en el video, la mujer estaba en bikini sentada junto a unos amigos cuando coge el rifle de airsoft. Así, carga el arma y le ordena al hombre que se marche, apuntándole con la réplica del AK-47 para intimidarlo.
Según comentó la afectada, este hombre la había estado siguiendo desde el trayecto hacia la playa y solo decidió sacar el arma para asustarlo y protegerse. Posteriormente, compartió un mensaje en la red social X (anteriormente llamada Twitter) expresando su indignación por el incidente. “Ya no se puede ir tranquilamente a la playa sin que los turistas hagan cosas así en los arbustos”, afirmó.
Se trata de un video que, tras su difusión en diversas redes sociales y aplicaciones de mensajería, se volvió viral. Tanto es así que traspasó fronteras llegando a otros países como Reino Unido, donde incluso medios como The Sun y The Mirror han informado sobre los hechos.
Sanciones y consecuencias legales por este tipo de comportamientos
Masturbarse en público está clasificado por la Ley de Seguridad Ciudadana, también conocida como la “Ley Mordaza”, como una infracción administrativa grave. Las multas por este acto pueden variar entre 601 y 30.000 euros, según la gravedad del caso, la reincidencia y el lugar donde ocurra.
Asimismo, más allá de la sanción económica, también podría acarrear consecuencias legales adicionales si se determina que hubo exhibicionismo que afectó a menores. En estos casos, el acto podría ser considerado un delito bajo el Código Penal, con penas de prisión de hasta un año.
