A lo largo de los años y desde tiempos remotos, el ser humano ha sabido aprovechar las propiedades de las plantas, recurriendo a ellas para mejorar su salud y bienestar. Entre estas plantas, la menta, perteneciente a la familia Lamiaceae, destaca no solo por su aroma característico, sino también por sus beneficios potenciales para la salud cerebral.
Aunque no se le considera un “superalimento”, sí se ha demostrado que el mentol, su principal compuesto activo, puede ayudar a mejorar la memoria y la concentración. La investigación científica sugiere que el mentol actúa como un estimulante cognitivo, favoreciendo un mejor rendimiento del cerebro.
La hierva que tiene grandes efectos en el cerebro
Según un informe reciente de la Clínica Mayo, el aroma de la menta tiene un impacto positivo en la memoria. Esta afirmación se sustenta en diversos estudios que han analizado cómo la menta puede influir en la actividad cerebral. No se trata de una solución mágica, sino de una planta cuyo uso podría complementar un estilo de vida saludable para mantener la mente en buen estado.
Junto a otros alimentos como las bayas, el romero, las uvas y el azafrán, la menta se encuentra entre las opciones naturales que pueden contribuir al cuidado del cerebro. El mentol parece influir en el cerebro de varias maneras.
Benefecios de la menta en el cerebro
El beneficio principal de la menta es, sin duda, el aumento del flujo sanguíneo cerebral. El mentol tiene la capacidad de inducir la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que incrementa el nivel de sangre en cerebro. Esto mejora la oxigenación y el aporte de nutrientes a las neuronas, lo cual puede optimizar funciones como la memoria y la concentración.
Otro efecto es la activación de los receptores olfativos. El olor de la menta estimula los receptores olfativos, los cuales están conectados con el sistema límbico, la parte del cerebro asociada con la memoria y las emociones. Al activarse estos receptores, se cree que el cerebro puede procesar y consolidar mejor la información, facilitando la formación de recuerdos.
Finalmente, la menta tiene un obvio efecto refrescante y revitalizante. La sensación de frescor que proporciona la menta no solo actúa a nivel físico, sino que también puede influir en la alerta mental y en el estado de ánimo. El frescor ayuda a sentirse más despierto y puede potenciar la claridad mental, lo que tiene un efecto positivo en la capacidad de atención.
¿Cómo incorporar la menta en la vida diaria?
Existen diversas formas de aprovechar las propiedades de la menta, ya sea a través de su consumo o mediante aplicaciones externas:
Infusiones: Preparar un té de menta es una manera simple y efectiva de beneficiarse de sus propiedades. Al consumirla como infusión, el mentol se libera y se absorbe fácilmente.Aceites esenciales: El aceite esencial de menta puede usarse para aromaterapia, añadiendo unas gotas en un difusor, o para masajes, mezclado con un aceite base. Esto puede ayudar a relajarse y mejorar el estado de ánimo.Suplementos: Para quienes prefieren una opción más concentrada, los suplementos de menta están disponibles en el mercado. Sin embargo, se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento, especialmente si se padecen condiciones médicas.
