Rubén Villalba, el comandante de la Guardia Civil imputado en el “caso Koldo”, aseguró, según se extrae de las escuchas realizadas por la UCO a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, que Koldo García llegó a pedirle “saber si el teléfono del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el del ministro de Transportes José Luis Ábalos, estaban “pinchados”, intervenidos policialmente.
Él respondió negativamente alegando que “no podían hacer nada” por lo sensible de su petición.
La UCO, en el último informe sobre los dispositivos intervenidos el pasado en febrero al comandante, señala que tanto Koldo, la antigua mano derecha de Ábalos en Transportes como el señalado como “conseguidor” en la trama de cobro de comisiones ilegales en la compra de mascarillas, Víctor de Aldama, “habrían solicitado información sobre distintas personas” a Rubén.
Villalba, utilizando su condición de mando de la Guardia Civil, chequeó -asegura la UCO- la información que obraba en bases de datos policiales y les trasladaba lo que encontraba. Algunos nombres eran los de empresarios buscados por la Interpol con los que pretenderían hacer negocios -Koldo y Aldama-.
En otros casos, se trataba de matrículas, denuncias o datos privados concretos de personas “con el que probablemente (Aldama) hubiera tenido contacto” o “para otros empresarios con los que Koldo tenia amistad”.
Asimismo, solicitaron al comandante que consultase en registros policiales qué figuraba sobre el inspector de la delegación de la Agencia Tributaria en Zaragoza que se encontraba en aquel momento realizando una inspección fiscal a dos sociedades propiedad de Aldama, MTM180 Capital SL y Deluxe Fortune SL.
Una acción que Villalba encargó a otro agente y -como figura en el documento policial- admitió que “no hay ninguna justificación”, si fueran preguntados por ello en el seno de la Benemérita.
El nombre de Rogelio Pujalte, otro de los miembros de la supuesta red corrupta y el que advirtió a Koldo de que estaban investigando las adjudicaciones públicas a Soluciones de Gestión, mercantil de la presunta trama, habría sido otro de los consultados en bases de datos policiales por el guardia civil imputado antes de mantener un encuentro con él.
Enmarca esta Unidad de la Guardia Civil esta acción en las funciones de seguridad externa que estaría dando a la supuesta organización criminal para poder mantener la continuidad de sus actividades.
Rubén se mostraba preocupado por ello, más aún después de que otro agente le advirtiese que tuviese cuidado en su relación con los miembros de la presunta trama de “mordidas” en contratos públicos, como se extrae de las escuchas.
En ellas se Rubén explica que decidió borrar todo el contenido de su teléfono móvil por miedo a que se detectase el traslado de información reservada que estaba haciendo a los ahora imputados en la causa de la Audiencia Nacional e, incluso, bloqueó el contacto de Koldo el 15 de noviembre de 2023.
Lo borró por la advertencia de un compañero y sentía ante la posibilidad de que fuera “pillado”, como el mismo confiesa, “miedo, psicosis” y pensaba que “le iban a entrar en casa a registrar”.
