Rocío Monasterio, Portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid y presidenta del partido en la región hasta ahora, no había pedido ser relevada de este último cargo, pero el cambio de liderazgo en Madrid por el portavoz adjunto en la Cámara de Vallecas y también portavoz nacional, José Antonio Fúster, se encuadra dentro de un «proceso natural» de todos los partidos. «Los tiempos cambian para las organizaciones políticas. En todas hay un tiempo de mando y, en los últimos años, Vox ha relevado al 80% de los presidentes provinciales. El partido decide en cada momento lo que cree que es mejor y lo normal es que haya cambios», aseguran desde el partido.
La destitución de Monasterio al frente del Vox en Madrid saltó a media tarde de ayer después de que la formación de Santiago Abascal informara, a través de un comunicado, de que José Antonio Fúster tomaba el relevo como nuevo presidente del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de Vox en la Comunidad. Y puntualizaba que Rocío Monasterio seguiría siendo la portavoz del Grupo Parlamentario en la Asamblea. «Tras más de ocho años de dedicación a la provincia que el partido le ha agradecido, quedará dedicada en exclusiva a la actividad política de la Cámara». Y reconocía los servicios prestados: «Como presidenta de Vox Madrid, Monasterio ha logrado la implantación territorial de la formación en todo el territorio de la provincia consiguiendo ser la única fuerza política que en las pasadas elecciones municipales presentó candidatura en el cien por cien de los municipios», añadía la formación de Santiago Abascal. Desde el partido reconocen el «liderazgo incuestionable» de Monasterio pero el propio José Antonio Fúster aseguraba a LA RAZÓN que «la presidencia de un partido como Vox requiere un esfuerzo extraordinario cuando eres la líder de la bancada en Madrid, porque las dos cosas son extenuantes».
Es más, «es necesario concentrar energías para soportar la mayoría arrasadora y destructiva del PP y eso requiere un liderazgo muy fuerte, como el de Rocío Monasterio, para aguantar la embestida de un partido que quiere destruir a Vox. Necesitamos un liderazgo fuerte que esté a tope en la Asamblea de Madrid que nos lleve a donde queremos, que no se desgaste en otras batallas y que concentre su visión política en la Asamblea de Madrid», remarcaba el nuevo presidente autonómico. Como muestra de esa «mayoría arrasadora» del PP ponía el caso de la Comisión que se ha creado en la Asamblea para analizar las presuntas irregularidades y tratos de favor en el funcionamiento de los programas de cátedras y posgrados de la Universidad Complutense de Madrid, como el de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Fúster, que será, precisamente, el portavoz en esta comisión, lamentaba que el Grupo Popular decidiera aplicar la Ley D’Hont para concentrar 10 de los 18 comparecientes en la comisión de tal manera que su grupo solamente pudiera llamara a una persona a comparecer cuando «nunca ha sido así». A esta queja suma que el Grupo Parlamentario cuente con una pregunta menos de control al Gobierno regional en los plenos. «Después nos quitaron un portavoz en cada comisión para sobrecargar de trabajo al único que había y así dificultar la labor de control».
Desde que comenzó la legislatura, el Grupo Parlamentario Vox ha tenido un papel complejo en la Cámara autonómica al carecer de influencia política frente a la mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso, con quien ha mantenido momentos de tensión, más que de cooperación. El perfil del grupo parlamentario ha quedado desdibujado en algunas cuestiones después de que la presidenta autonómica hiciera bandera de cuestiones como la rebaja de impuestos, o las políticas de fomento de la natalidad, dos postulados que ha defendido Vox. Aproximaron posturas con la derogación de la Ley Trans, pero sigue habiendo distancias insalvables en cuestiones como la inmigración, por poner algún ejemplo. Uno de los golpes más importantes que ha sufrido Monasterio durante esta legislatura ha sido la marcha de su mano derecha en la Cámara autonómica para volver al sector privado, José Luis Ruiz Bartolomé. Ahora, lo que muchos se preguntan es si Monasterio acabará la legislatura.
[[H2:Un político «de equipo»]]
La carrera política Fúster (Santander en 1968) comenzó a ganar notoriedad en 2023, cuando fue elegido diputado por Madrid en las elecciones regionales. En marzo de 2024, asumió el cargo de portavoz nacional de Vox y ahora suma la presidencia del partido en Madrid. Periodista de profesión, se formó en ABC y después desarrolló una destacada trayectoria en medios como La Razón, La Gaceta de los Negocios, y la revista Chesterton, además de ser un colaborador habitual de El Toro TV y Trece TV.
El político y periodista, valorado por ser una persona que «crea equipo», considera que puede hacer una buena labor al frente del partido en Madrid contando con el asesoramiento de Rocío Monasterio, con quien dice mantener una magnífica relación.
Ayer se mostraba dispuesto a asumir el cargo con convicción. «Si nos creemos de verdad que Vox es una de las últimas herramientas para salvaguardar la nación tenemos que afrontar todo lo que nos piden. Estaré siempre al servicio del partido y de los ciudadanos», manifestó.
