Rafael Nadal es el mejor deportista español de la historia. No hay discusión. Ningún otro ha sido capaz de tener una trayectoria en la élite tan larga (debutó en 2002, a los 15 años; se retira en 2024, a los 38), en un deporte individual tan duro (en el tenis no existen los cambios para descansar en el banquillo, como en los deportes colectivos); ni ha sumado un palmarés tan extenso: 22 títulos del Grand Slam (el segundo jugador masculino de la historia, tras Novak Djokovic, 24), 14 de ellos en Roland Garros, un oro olímpico y cinco Copa Davis, además de ser número uno mundial durante 209 semanas (cuatro años y siete días).
Seguir leyendo