Por norma general, los galardones se entregan a las personas que han destacado por su excelencia, lo que va en la esencia misma de una condecoración, pero no siempre es así. Aunque cueste mucho creerlo, existen ceremonias en las que lo que se premia no es la eminencia, sino la rareza, la extravagancia o, incluso, la mediocridad.
Desde luego, resultan una propuesta de lo más original, si bien un tanto chocante, aunque en muchas ocasiones están organizados por grandes profesionales de un mismo sector, que están hartos de demasiada seriedad y quieren divertirse un rato. Un buen ejemplo de esta clase de galardones son los Premios Golden-Razzie, también conocidos como ‘los anti-Óscar’, que seleccionan cada año los peores largometrajes de la temporada.
En la misma línea, pero tratando temas aparentemente más serios, están los ‘Premios IgNobel’, que felicitan a los investigadores y científicos que hayan realizado los experimentos más extravagantes o con apariencia absurda. Durante esta edición de 2024, las propuestas han sido de lo más variopintas, aunque algunas incluso podrían llegar a tener aplicaciones prácticas.
Pero mucho cuidado con tomarse los ‘Ignobel’ a guasa, porque la basta mayoría de ganadores a lo largo de los pocos años que llevan en funcionamiento han sido todos profesionales de la ciencia de gran nivel. Muchas veces, sencillamente tratan de ‘quitarle un poco de hierro’ y desmitificar la idea de que en la ciencia opera una seriedad fría y monolítica.
Así son los Premios IgNobel, los más ‘frikis’ de la ciencia
Los Premios Nobel ‘originales’ se celebraron por primera vez en 1901, y desde entonces constituyen uno de los mayores reconocimientos intelectuales que un profesional puede recibir social y profesionalmente. Al contrario de los que se podría pensar en un primer momento, los ‘IgNobel’ no son ningún desprestigio, de hecho, en muchas ocasiones otorgan más notoriedad a los premiados, pudiendo acceder a financiación que, de otra manera, tal vez no habrían conseguido.
Los Premios ‘IgNobel’ se comenzaron a celebrar en 1991, y cada año reparten diez galardones de diferentes categorías, en una ceremonia que acoge el Sanders Theatre, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Están organizados por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR), y ellos mismos aseguran que tratan de premiar investigaciones que “primero hacen reír a la gente, y luego la hacen pensar”.
En alguna ocasión, se han otorgado medallas en forma de protesta o sátira, como a algunas organizaciones pseudocientíficas. El criterio que siguen normalmente es destacar aspectos divertidos o absurdos que surgen de investigaciones serias de forma accidental, no como principal propósito. La única personas en haber ganado tanto un Nobel de la Física (2010) como un IgNobel de la Física (2000) fue Andréy Gueim, por su trabajos sobre el grafeno y la levitación magnética de ranas.
En esta edición de 2024, que se celebró a mediados de septiembre, se ha galardonado a estudios con detalles de los más extravagantes y divertidos.
IgNobel de Biología: Para Fordyce Ely y William E. Petersen, por estudiar cómo estallar una bolsa de papel junto a un gato que está sobre el lomo de una vaca afectaba a la producción y eyección de la leche del bovino.IgNobel de Botánica: Para Jacob White y Felipe Yamashita, por investigar la forma en la que las plantas ‘reales’ imitan las formas de las plantas de plástico de su alrededor.IgNobel de Anatomía: Para diez pediatras de diferentes nacionalidades, por estudiar la dirección de la coronilla del pelo en los Hemisferios Norte y Sur. IgNobel de Medicina: Para Lieven A. Schenk, Tahmine Fadai y Christian Büchel, por sus experimentos con placebos con efectos secundarios dolorosos y cómo afectan a la percepción de eficacia de los pacientes.IgNobel de Física: Para James C. Liao, por su trabajo sobre la hidrodinámica del cuerpo de las truchas, donde utilizó algunos ejemplares muertos como grupo control.
IgNobel de Fisiología: Para un grupo de médicos estadounidenses y japoneses, por descubrir que algunos mamíferos tienen la capacidad de respirar a través del ano, por vía intestinal.IgNobel de Probabilidad: Para un grupo de psicólogos, por demostrar la ligerísima mayor probabilidad que hay de que una moneda lanzada al aire desde la mano caiga sobre el mismo lado del que se arrojó.IgNobel de Química: Para Tess Heeremans, Antoine Deblais, Daniel Bonn y Sander Woutersen, por haber utilizado el complejo método químico de la cromatología para separar gusanos ebrios de otros sobrios.IgNobel de Demografía: Para Saul Justin Newman, por encontrar durante un estudio que muchas personas que viven más allá de los 110 años habitan en lugares con mala gestión burocrática de los registros de nacimiento y defunción.Ig Nobel de la Paz: Para el famoso psicólogo del siglo XX Burrhus Frederic Skinner, por sus experimentos sobre el uso de palomas para guiar misiles Bomb Mark 55 (conocidos como ‘Pelican’) durante el periodo de la Guerra Fría.
