“Fuimos los primeros en criar gallinas en libertad, y hemos mejorado su bienestar en muchos otros aspectos“

“Fuimos los primeros en criar gallinas en libertad, y hemos mejorado su bienestar en muchos otros aspectos“

Pazo de Vilane es la empresa gallega de huevos camperos que nos ha enseñado a reconocer y apreciar las bondades de un alimento básico producido con criterios de sostenibilidad. ¿La clave de su éxito? Gallinas alojadas en granjas pequeñas con acceso a pastos verdes todo el año, la mejor alimentación y cuidados posibles, la preocupación por el entorno y la generación de riqueza en la comarca de la Ulloa.

Nuria, vuestra emblemática caja os hace inconfundibles, pero pocos conocen la historia que esconde detrás…

Todo empezó en 1996: mi familia y yo queríamos recuperar y poner en valor nuestro pazo ubicado en Vilane (Lugo), una propiedad agrícola que había pertenecido a nuestros antepasados desde el XVIII, formada por un edificio histórico y sus fincas aledañas, y que en aquel entonces necesitaba muchas reformas.

Para rehabilitarlo queríamos iniciar una actividad ganadera sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental, y se nos ocurrió producir y comercializar huevos de gallinas criadas en libertad, algo que no había en el mercado español de los 90… Yo tenía solo 26 años, había acabado Económicas y vivía en Londres, pero me lancé, acepté el reto de dirigir la empresa y dejé todo para volver a la Ulloa, sin tener ni idea de gallinas ni de la vida en el rural.

Suena a gran aventura…

¡Lo era! Compramos las primeras 50 gallinas, las alojamos en una antigua nave de la explotación y las soltamos en los prados de Pazo de Vilane, a pastar y corretear en libertad. Como enseguida empezaron a poner huevos, hubo que organizarse rápido. Así que cada mañana, de madrugada, los metía en una pequeña furgoneta de segunda mano y recorría las tiendas de Lugo para venderlos.

Y os fuisteis introduciendo en el mercado…

Fue duro, pero en unos meses había incluido en mi ruta otras grandes ciudades gallegas, como Coruña. Había mucha demanda de “huevos de casa” (como los llamamos los gallegos) porque los únicos que entonces se comercializaban eran los de la industria, de gallinas de jaula.

En cambio, los huevos camperos de Pazo de Vilane suponían una gran innovación en bienestar animal, calidad y seguridad sanitaria. Eran muy apreciados, porque procedían de gallinas libres y muy cuidadas y eso se notaba en su sabor, consistencia, aroma…

Es decir, Pazo de Vilane se distinguió gracias a otro tipo de innovación…

¡Claro! Hoy día solo asociamos este concepto a la tecnología, pero la innovación implica pensar diferente, con creatividad. Y nosotros fuimos pioneros en nuestro propósito y razón de ser. No solo fuimos los primeros en dar libertad a las gallinas y en sacarlas a pastar; también a lo largo de estos años nos hemos preocupado y logrado mejoras en otros muchos aspectos de su bienestar: la alimentación, que analizamos constantemente buscando la excelencia, el alojamiento en granjas pequeñas (en lotes reducidos), los procedimientos y cuidados más adecuados para evitar estrés y garantizar el descanso, el envasado del producto en cartón reciclado…

Porque vuestra caja también fue otro ejemplo de originalidad…

Y además una gran apuesta por la sostenibilidad en un momento en que nadie hablaba ni pensaba en ello. Llamamos mucho la atención en el mercado porque presentamos nuestros huevos en un estuche de cartón, nuestra “caja de la gallinita”, sin plásticos ni pegamentos, plegada a mano y diseñada por un conocido creativo gallego. Además, escondía el producto, no lo mostraba. Fue una auténtica novedad en los supermercados.

Con los años, otras empresas siguieron nuestra estela, sacando cajas similares, y hoy es la tendencia habitual en el lineal. Pero fuimos los pioneros y jamás, ni en los momentos más apurados, nos planteamos trabajar con envases menos sostenibles para ahorrar costes. Así seguimos, la sostenibilidad está interiorizada en la empresa, en todas las decisiones, y es prioritaria respecto al beneficio económico.

¿Qué representa el Premio al Mejor Modelo Productivo Sostenible y Comprometido con el Bienestar Animal 2024?

Es el reconocimiento al trabajo duro y contracorriente de Pazo de Vilane durante décadas. En los 90 y 2000 se invertía en inmuebles, no en gallinas camperas ni en fincas rústicas. Cuando en los foros de alimentación hablábamos de libertad y de nuestro modelo productivo basado en bienestar animal éramos recibidos con escepticismo. Pero poco a poco esta visión ha cambiado.

Eso será muy gratificante…

Desde luego, pero también el apoyo y fidelidad que nos siguen demostrando los consumidores que buscan huevos con calidad y sabor, como los que se producían hace décadas en el campo gallego y ahora ofrecemos nosotros. Si hemos recibido este premio de La Razón es gracias a esas personas comprometidas con modelos productivos sostenibles como el nuestro, que eligen una y otra vez nuestros huevos camperos y que, según nos dicen, “no los cambian por otros”.

Algunos nos cuentan que nuestros huevos les hacen rememorar sus días de niñez, de vacaciones en familia, en los pueblos. Esos huevos fritos inolvidables del corral de la abuela…

¿Qué planes de futuro tiene Pazo de Vilane?

Pues seguir creciendo y produciendo huevos camperos únicos, con las gallinas de nuestras granjas y con otras nuevas que poco a poco vayamos incorporando, generando riqueza y empleo, y cuidando todo lo posible a las personas, los animales y la naturaleza. En resumen, seguir fieles a nuestro propósito, sin traicionar jamás nuestros principios fundacionales.

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