Cada día resuenan las preocupaciones que causan términos como desinformación y «fake news» en el ámbito de la sociedad, las instituciones y los medios de comunicación. Para abordar lo que supone uno de los grandes desafíos actuales, la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (Uteca) y la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom) organizaron este viernes una jornada que bajo el título «Seguridad Nacional y campañas de desinformación: el papel de los medios, las empresas y la gestión de crisis», reunió a varios actores clave de la sociedad para dialogar, colaborar y erradicar lo que supone un «atentado contra la Democracia».
En el evento celebrado en la Oficina del Parlamento Europeo en España, se puso sobre la mesa el impacto de las injerencias extranjeras en la Seguridad Nacional a través de campañas de desinformación cuidadosamente orquestadas y prolongadas en el tiempo y qué pueden hacer los medios y las empresas en la lucha contra la desinformación. Eduardo Olano, presidente de Uteca, y Miguel López-Quesada, presidente de Dircom, abrieron el acto en un diálogo moderado por Pedro Piqueras. En la introducción, Piqueras se mostró pesimista frente al fenómeno de la información, confesando que «el panorama que se ve en los medios y, sobre todo en las redes, no es muy alentador». También achacó a la «sobre-información» el «momento complicado para la verdad». Durante su intervención, López-Quesada comentó que «las organizaciones no solo son víctimas de las campañas de desinformación, sino también agentes cruciales en la lucha contra su propagación. La transparencia y la responsabilidad en la comunicación son valores esenciales para construir la confianza de los ciudadanos. El papel de los medios de comunicación es fundamental y el rol de los dircoms y las empresas también es vital». Eduardo Olano por su parte explicó que con esta jornada «queremos concienciar a la sociedad y resaltar el compromiso de los medios de comunicación y las empresas en la lucha contra la desinformación que afecta a la seguridad nacional. Pero esta tarea compete a todos, especialmente a las administraciones públicas. Necesitamos que el Gobierno dote con urgencia de recursos humanos y económicos suficientes a la CNMC para que pueda ejercer con eficacia su labor de supervisión a las grandes tecnológicas y plataformas multinacionales, donde nacen y crecen muchas de esas campañas desinformativas».
La primera mesa titulada «El papel de los medios en tiempos de desinformación», estuvo moderada por Ramón Salaverría, catedrático de Periodismo de la Universidad de Navarra, y en ella se debatió sobre cómo los medios pueden contrarrestar las narrativas falsas impulsadas por actores externos que buscan socavar la estabilidad nacional y europea. Salaverría subrayó que «en la pandemia se estudió que solo un 4% de los bulos partió de un medio y el 96% restante vino de otras fuentes». Francisco Moreno, director general de Noticias de Mediaset, señaló: «Nuestro papel debe ser el de seguir siendo fieles a los principios que dieron origen a los informativos de tv: recopilar hechos producidos en todo el mundo, seleccionar los más destacados, y contarlos en un determinado orden poniendo como garantía de veracidad y honestidad la marca que sustenta esas intenciones, y la del prescriptor que te las cuenta desde el plató». Por su parte, Vicente Vallés, director de Antena 3 Noticias 2, reclamó que «en la lucha contra la desinformación hay que volver a los básicos. El oficio del periodista es analizar los datos y ponerlos en contexto. Es el trabajo periodístico de toda la vida». Durante su intervención subrayó el valor de la Unión Europea insistiendo en que «el mejor invento político de la humanidad es la democracia y el segundo la UE, que de un tiempo a esta parte sufre mucho por culpa de las rrss que, en inicio, fueron buenas, pero hoy se han convertido en una herramienta contra la democracia». Julián Quirós, director de «Abc», alertó de las trampas en las que pueden caer los periodistas ante la desinformación: «Es un error que los profesionales del periodismo caigamos en las trampas que hay fuera y confundamos la desinformación con otras cosas», afirmó. «Los medios necesitamos volver a prestigiarnos, respetar los stándares éticos y deontólógicos y poner en cuestión las versiones oficiales», afirmó. En su intervención, Irene Lanzaco destacó la diferencia de responsabilidad legal entre la Prensa y las rrss en cuanto a la difusión de información, instando a que la solución pasa por «aplicar la misma responsabilidad legal a ambas».
La segunda mesa redonda, bajo el título «La gestión de crisis frente al reto de las campañas de desinformación», fue moderada por Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano. En ella se abordaron las estrategias de comunicación y las dificultades que enfrentan las empresas y organizaciones frente a los ciberataques y las campañas de desprestigio lanzadas desde actores extranjeros. Intervinieron Jesús Presa, director de Comunicación y Marketing de Indra, que pidió ayudarse de la tecnología para «confirmar la credibilidad de lo que vemos y a generar contenidos más rigurosos, eficientes y transparentes»; Montserrat García, asesora principal para el AR/VP y el Servicio Europeo de Acción Exterior, que intentó descriminalizar a las rrss y pidió «concienciar y formar a los jóvenes sobre su uso»; Javier Zarzalejos, presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo, que concretó que « siempre ha habido bulos» y que insistió en la necesidad de una alfabetización mediática y formación; Alejandro González, consejero Técnico del Departamento de Seguridad Nacional, que describió la labor que debe ejercer la administración pública y mencionó algunas buenas prácticas emergentes por parte del Departamento de Seguridad Nacional, ante la amenaza de la desinformación como la implementación de procedimientos de alerta temprana.
