Con la llegada del invierno y las precipitaciones, los problemas en carretera cambian. Aunque los conductores dejen atrás los atascos típicos de las vacaciones, en estas fechas les toca enfrentarse a un nuevo desafío: el clima invernal. Las lluvias, el granizo y la nieve transforman las carreteras en superficies resbaladizas, aumentando el riesgo de accidentes.
En estas situaciones, muchos vehículos modernos cuentan con características diseñadas para mejorar la seguridad, pero no siempre son conocidas o utilizadas por quienes están al volante.
Un botón que puede ser vital para tu seguridad
Uno de los sistemas que más puede ayudar en estas condiciones es el ESP (Programa Electrónico de Estabilidad). Este botón, que presente en la mayoría de los coches actuales, se activa para ayudar al conductor a mantener el control del vehículo en situaciones de poca adherencia, como las que se presentan durante las lluvias. Pero a pesar de su importancia, muchos conductores no están familiarizados con él.
El ESP ajusta automáticamente la potencia del motor, la tracción de las ruedas y los frenos ABS para mejorar la estabilidad del coche, reduciendo así las posibilidades de derrapar o perder el control. Este botón está diseñado específicamente para actuar en situaciones donde el asfalto mojado puede causar deslizamientos, lo que lo convierte en una herramienta esencial durante los meses de invierno.
El uso del ESP, tal y como afirma Marca puede reducir significativamente el riesgo de accidentes en días lluviosos según varios estudios. Sin embargo, su efectividad depende de que los conductores lo conozcan y lo utilicen. A medida que las condiciones meteorológicas empeoran con la llegada del invierno, es crucial que todos los conductores comprendan la función de este botón, ya que puede marcar la diferencia en la seguridad de las carreteras.
¿Cuándo deberías confiar en el ESP?
Aunque el ESP actúa de manera automática en la mayoría de los casos, algunos vehículos permiten desactivar este sistema para terrenos muy específicos, como arena o nieve profunda. Sin embargo, es recomendable dejarlo activado la mayor parte del tiempo, especialmente en condiciones climáticas adversas, ya que está diseñado para maximizar la seguridad en la conducción diaria como por ejemplo:
Curvas pronunciadas en condiciones adversas: Al tomar una curva en una carretera mojada o helada, el ESP ayuda a evitar que las ruedas pierdan tracción, lo que podría provocar que el coche derrape o se salga del camino.Frenado de emergencia en superficies resbaladizas: Si tienes que frenar bruscamente sobre asfalto mojado o helado, el ESP colabora con el ABS para que las ruedas no se bloqueen, permitiéndote mantener el control del volante y reducir la distancia de frenado.Evitar obstáculos inesperados: En situaciones donde necesitas hacer un giro rápido para esquivar un objeto o evitar un choque, el ESP ajusta la potencia del motor y frena las ruedas necesarias para que el coche no pierda estabilidad.
