Eufemismos como “está malo de los nervios” se han venido utilizando durante décadas en España, donde la salud mental era un tema tabú, del que no se hablaba, o si se hacía, era entre susurros. Poco a poco, en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia, parece que ese velo, a veces teñido de vergüenza, va cayendo, y la salud mental ocupa tiempo en la conversación social. Las empresas también han empezado a tenerla en cuenta, aunque, a juzgar por los datos, aún hay mucho camino por recorrer.
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