Sánchez ignora a la UCO y se desvincula de Ábalos

RMAG news

La escalada del “caso Koldo” al “caso Ábalos” ha supuesto un fuerte impacto en el PSOE y en el Gobierno. La implicación del que fuera mano derecha de Pedro Sánchez en el partido y en el Gobierno, como ministro de Transportes, supone un salto cualitativo en la gravedad del primer caso de corrupción que afecta al Gabinete progresista. Sánchez llegó al poder a través de una moción de censura a la “corrupción” de la “trama Gürtel”, como él mismo la definió, y se juega su crédito político en la reacción ante esta cuestión, pues afecta al pilar fundacional de su gobierno.

Ante la preocupación existen en Moncloa y en el partido, Pedro Sánchez ha tratado hoy de hacer control de daños para contener un desasosiego creciente y trasladar un mensaje de tranquilidad que pueda ser replicado, a modo de argumentario, también en todos los niveles del PSOE. “Era necesario que diera la cara”, señala un dirigente, en contraposición a la estrategia comunicativa que se ha seguido con el “caso Begoña Gómez” en el que no se han ofrecido explicaciones. Hoy no estaba previsto que el jefe del Ejecutivo respondiera a preguntas, pero ha querido hacerlo.

La primera reacción de Sánchez, no obstante, ha llegado desde el Vaticano y tras ser recibido en audiencia por el Papa Francisco. El presidente del Gobierno ha tratado de lanzar un mensaje contundente y de determinación, asegurando que no habrá “impunidad” y dejando claro que en su Gabinete “quien la haga, la paga”. De este modo, el presidente ha reivindicado que se ha actuado con premura, cuando ha habido un mínimo indicio de corrupción. “Hemos actuado desde el primer momento”, ha relatado, recordando que el partido le pidió el acta de diputado a José Luis Ábalos y, posteriormente, se le abrió un expediente de expulsión. Unas actuaciones que, se ha quejado el presidente, en su día fueron objeto de crítica por algunos sectores y medios de comunicación ante lo que parecía estar contraviniendo el respeto a la presunción de inocencia.

“El Gobierno ha actuado con absoluta contundencia ante cualquier atisbo de corrupción”, ha insistido Sánchez, que también ha prometido “absoluta colaboración” con la Justicia. Sánchez ha vuelto a incidir en la rápida actuación, “de manera determinada” y siendo “transparentes”. “Somos un gobierno limpio, que no tiene nada que ver con las prácticas de falta de ejemplaridad de otras épocas”, ha defendido.

El presidente, además, ha querido clarificar una de las cuestiones que le interpelan directamente, sobre el viaje a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en enero de 2020. Sánchez ha reconocido que Ábalos sí le informó de la visita, como así lo recoge el informe de la UCO en un intercambio de mensajes, pero ha puntualizado que se trató de “una visita privada” y que, en cuanto el Gobierno tuvo conocimiento de que Rodríguez estaba sometida a las sanciones de la Unión Europea, por las que no podía entrar en territorio comunitario, se le negó la entrada. A partir de ahí, ha asegurado, serán otros -en alusión a Ábalos- quienes deban responder a “supuestas prácticas delictivas.

“Ensuciar” el nombre de Sánchez

Por su parte, el ministro de Justicia también se ha manifestado desde Luxemburgo, defendiendo que el Ejecutivo es “implacable” contra la corrupción y que el exministro José Luis Ábalos fue apartado del PSOE en cuanto se conoció el “caso Koldo”. “La derecha lleva diez años intentando ensuciar el nombre del presidente del Gobierno, no iban a hacer una excepción con esto”, ha zanjado Félix Bolaños.

“Hoy más que nunca estoy muy orgulloso de pertenecer a un Gobierno que es, ha sido y siempre será implacable con la corrupción”, ha insistido el ministro, quien hasta en tres ocasiones ha evitado responder a la pregunta de por qué en su día el Gobierno dijo que Sánchez no estaba al tanto de la llegada de la entonces vicepresidenta venezolana, cuyo nombre figuraba en la lista de personas sancionadas por la UE y tenía vetada la entrada al territorio comunitario. Bolaños ha insistido en el argumentario de que el Ejecutivo será “absolutamente transparente” y que ha actuado con “total contundencia” desde que tuvo noticia de las primeras informaciones sobre la trama de corrupción.

“Desde hace ocho meses, cuando se tuvieron noticia de las primeras informaciones, que ni siquiera apuntaban a Ábalos sino a algún colaborador suyo, hicimos todo lo que teníamos que hacer. Le apartamos del partido, le pedimos el acta y ya desde ese momento no formaba parte del Gobierno”, ha resumido Bolaños. “Queremos ser absolutamente transparentes, que se investigue lo que se tenga que investigar y que quien tenga que pagar, que lo pague. La contundencia del Gobierno es clara”, ha remachado.

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