El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
Qué santos se celebran hoy, domingo 13 de octubre
Santa Chelidonia de AbruzzoSan Florencio de TesalónicaSan Geraldo de CiergesSan Leobono de SalagnacSan Lubencio de KobernSan Rómulo de GénovaSan Simberto de AugsburgoSan Teófilo de AntioquíaSan Venancio de ToursBeata Alejandrina María da CostaBeata Magdalena Panattieri
San Eduardo el Confesor
San Eduardo, también conocido como san Eduardo en Confesor, nació a principios del siglo XI, y fue rey de Inglaterra durante los años 1042 y 1066. Fue hijo de Etelredo II el Indeciso y Emma de Normandía, siendo considerado uno de los últimos monarcas anglosajones y de la gran casa de Wessex, un reino que duró 500 años y perteneció a la conocida heptarquía anglosajona.
Vida y reinado
En plena época de las incursiones escandinavas y danesas en las islas británicas, san Eduardo tuvo que exiliarse a la región de su madre, en la Normandía francesa, cuando tuvo 10 años de edad. Allí, creció bajo el cuidado de muchos de sus familiares y alejado de la descarnada lucha entre los paganos, liderados por Svend I de Dinamarca primero y por su hijo, Canuto el Grande después; y los cristianos anglosajones.
Canuto, particularmente, fue rey de Dinamarca e Inglaterra simultáneamente, tuvo dos hijos con la madre de Eduardo, Emma, de nombre Canuto Hardeknut, futuro rey danés a la muerte de su padre en el 1035. Ante la inestabilidad política en Dinamarca, Canuto decidió dejar el tronó inglés en su medio hermano Hardoldo Harefoot.
Este murió cinco años después, permitiendo a Hardeknut ser rey de Inglaterra sin oposición y una vez las aguas en Dinamarca se hubieran calmado. En 1041, intuyendo que le quedaba poco tiempo de vida, invitó a Eduardo a Inglaterra para nombrarlo su heredero.
Un año después, y tras el apoyo del conde Godwin, el más poderoso de Inglaterra, Eduardo ascendió al trono. Su administración fue justa y equitativa, lo que le granjeó una popularidad elevada entre sus súbditos, siendo una de sus medidas más populares la eliminación del impuesto para el ejército, y los tributos fueron repartidos entre los pobres.
Asimismo, su reinado promovió la paz, a pesar de tener disputas entre los otros reinos de las islas británicas, y la justicia, restauró y dotó iglesias tras las incursiones danesas, y apoyó a la Iglesia de Roma. Sin embargo, su legado se muestra en la Abadía de Westminster, que se construyó en su reinado, siendo así la primera iglesia de estilo románico en Inglaterra.
Murió en 1066, y su cuerpo fue sepultado en mencionada Abadía de Westminster. Su legado, además de en este centro religioso, se ve en la corona de Inglaterra, que a día de hoy se sigue conociendo como Corona de San Eduardo, así como fue patrón de la nación inglesa hasta la adopción de San Jorge por parte del rey Eduardo III de Inglaterra en 1350.
Canonización
A san Eduardo se le conoce como el confesor ya que, en la tradición cristiana, se denomina así a personas que hayan vivido una vida santa pero no fue un mártir. Finalmente, fue canonizado por el Santo Pontífice Alejandro III en el año 1161, siendo el primer y único rey inglés en ser canonizado.
