Esta semana que termina se ha conocido que el profesor de la Universidad Católica de Ávila (UCAV), el zamorano Diego Vergara, ha vuelto a ser reconocido, por segundo año consecutivo, como uno de los investigadores más influyentes del mundo según el ranking de alto impacto de la prestigiosa Universidad californiana de Stanford de 2024, dentro del campo de “tecnologías habilitantes y estratégicas” así como en los subcampos de “educación” y “materiales”.
Un ránking que no es cualquier cosa puesto que lo que mide son las citas que le hacen a un investigador en revistas de Scopus, la base de datos de referencias bibliográficas, citas y contenido web de la empresa Elsevier que es de las más importantes del mundo, y que se apoya, entre otras cosas, en criterios como la cantidad y calidad de las publicaciones científicas o la frecuencia con la que los investigadores citan dichos textos,
Castilla y León tiene la suerte de poder contar con uno de estos investigadores de relevancia, Diego Vergara, ingeniero de Obras Públicas pero también de Materiales -estudios que cursó antes de obtener el título de doctor en Ingeniería Mecánica y de Materiales, campo en el que tiene más de un centenar de publicaciones científicas-, y unos conocimientos a los que hay que sumar también que es profesor de guitarra en el Conservatorio Profesional de Salamanca y cuenta con el certificado de Aptitud Pedagógica por la Universidad de Valladolid.
Una sabiduría que intenta trasladar cada día en sus investigaciones, pero también en sus clases a los alumnos de la UCAV.
Pues dicho todo esto como preámbulo, este periódico charla con este profesor de la UCAV, quien asegura sentirse muy contento y agradecido por este nuevo reconocimiento que, según apunta, “valora lo que estás haciendo y es un aliciente para seguir así”.
¿El secreto de su éxito? Trabajar mucho y dedicarle muchas horas a investigar, cuenta, pero también su vida familiar y tener un equipo de entre diez y quince personas que sigue creciendo y que se desenvuelve en varias áreas de realidad virtual, lo que permite ampliar investigaciones y que le conozca más gente.
“Empecé a publicar hace años temas sobre la realidad virtual que por aquél entonces eran novedosas, pero que ahora igual ya no lo son tanto, pero el hecho de haber sido pionero en este campo hace que muchos investigadores citen mis publicaciones por ser de los primeros a la hora de aplicar los laboratorios virtuales, sobre todo”, afirma Vergara, que presume de haber escrito buenos artículos pero considera que siempre hay algo de suerte y casualidad también.
Muchas ventajas
Entre los trabajos e investigaciones que ha realizado, destaca el uso de laboratorios virtuales en ciencia de materiales, su especialidad. Cuenta el profesor que todas las prácticas de esta asignatura se desarrollan en un laboratorio con máquinas que son muy costosas y muy grandes, y que la aplicación de estos laboratorios ha de tener en cuenta estos aspectos porque no se necesita ni el espacio físico ni gastarse esa cantidad de dinero en las máquinas.
“El dar esa formación en laboratorios virtuales tiene muchas ventajas porque te permite hacer cosas que en la realidad no se pueden, como coger una máquina y realizar un zoom de una parte que no ves bien o hacer una zona transparente por dentro para ver qué ocurre dentro de una máquina mientras se ejecuta el ensayo”, explica, “Es un complemento muy importante -prosigue- pero después los alumnos tienen que acudir a un laboratorio real”.
Este ingeniero recuerda el tiempo de la pandemia y los meses que hubo que estar confinado en casa, dando clase por vía telemática en su caso. “En esa época que ya hemos olvidado se pudieron salvar las clases teóricas pero cuando había que practicar y experimentar en un laboratorio no se podía debido al confinamiento, pero en mi caso, sí que pudimos hacer prácticas gracias a que tenía estos laboratorios virtuales”, destaca.
Y pone como ejemplo como durante la crisis sanitaria del coronavirus en la UCAV, la universidad donde da clase y está todo digitalizado, dio charlas en las que participaron más de 300 personas y de diferentes partes del mundo que se conectaban, algo que considera que le ha ayudado también a que le conozca más gente.
De cara al futuro, reconoce que tiene que empezar a actualizar estos laboratorios porque se están quedando algo obsoletos debido a la rapidez a la que avanzan las nuevas tecnologías y porque dice haber detectado entre los alumnos que han perdido interés debido a esta obsolescencia tecnológica, ya que están acostumbrados a otras aplicaciones más avanzadas y modernas.
Realidad mixta
Diego Vergara pone en valor la apuesta de la UCAV por lo digital y el hecho de que cuente con potentes herramientas tecnológicas para las clases. De hecho, cuenta el profesor que las clases se graban para que los alumnos puedan acceder a ellas, e incluso se editan. “Nos adaptamos a los nuevos tiempos y a la sociedad actual”, apunta, si bien reconoce que lo más le gusta y satisface es el contacto con los alumnos.
“Hay que aprovechar las tecnologías y lo virtual porque es muy interesante y porque los alumnos viven en ese mundo, pero no hay que perder el contacto y la cercanía que te dan las herramientas tradicionales de toda la vida”, afirma.
Cuenta este brillante ingeniero que en las clases de las universidades cada vez tiene más potencial la realidad virtual aumentada y avanza que el futuro pasa por la realidad mixta.
“Cuando bajen los precios de ciertos dispositivos seguro que se va a producir una revolución absoluta”, asegura Vergara, mientras explica que esta realidad mixta permite que él pueda dar clase en la Universidad mientras en China hay alumnos que ven la clase con un avatar de profesor,
“Creo que el futuro de las clases en la Universidad va hacia eso”, apunta.
Finalmente, destaca que en España y en Castilla y León se investiga mucho y bien porque “hay potencial y gente muy buena”. Pero advierte de que aún queda mucho recorrido por delante en materia de investigación porque en nuestro país “no se le da la importancia que sí tiene en otros lugares”.
En este sentido, Vergara afirma que se debería potenciar más a los investigadores en cuanto a financiación y apoyo ya que se encuentran con muchos obstáculos por el camino y no solo a nivel económico o monetario sino también, dice, algo tan simple como la burocracia que se pide para presentar un proyecto. “Se ponen muchas trabas para poder avanzar y en eso habría que mejorar”, finaliza.
