Cuando la risa es cruel

Cuando la risa es cruel

Qué extraordinarias son esas personas que pronuncian un lugar común como si estuviera siendo expresado por vez primera; son, sin complejos, los fabulosos inventores de lo ya inventado. Los niños son muy crueles, dicen. En alguna ocasión hasta osan añadir el odioso “como yo digo”. Pues bien, lo que tú dices es una afirmación sin evidencia científica alguna que, para colmo, contribuye a eludir la responsabilidad de los adultos en el comportamiento de los menores. ¿Son los niños crueles por naturaleza? En absoluto, más bien podría decirse que poseen un natural instinto colaborativo que los adultos vamos cercenando con la influencia no siempre benéfica que ejercemos sobre ellos. A veces los niños van a la escuela adiestrados ya en el ejercicio del desprecio, tomando como normales la burla al débil y el abuso; otras, es en el entorno escolar cuando optan por unirse al chulo de la clase para sobrevivir. Pero lo que más me asombra de esa afirmación, los niños son crueles, es que la hacemos los adultos, justo aquellos que ya estamos tan habituados al ejercicio de la inquina que en ocasiones ni siquiera somos capaces de sentir pesar por el daño infligido.

Seguir leyendo

Please follow and like us:
Pin Share