Cienfuegos: “La Seminci puede ser un festival muy útil para el cine español”

Cienfuegos: “La Seminci puede ser un festival muy útil para el cine español”

La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que este próximo viernes inaugura una nueva edición, “puede ser un festival muy útil para el cine español” no sólo por su condición de escaparate y semillero, sino porque ocupa “un lugar estratégico” dentro del calendario.

Quien así se expresa es José Luis Cienfuegos (Avilés, 1964), máximo responsable del festival más antiguo de España tras San Sebastián, que entre el 18 y 26 de octubre expondrá los frutos de su primera edición completamente diseñada bajo su mandato tras sustituir a Javier Angulo en mayo del pasado año.

“Son fechas buenas para la promoción de los estrenos de otoño-invierno y también de cara a la nominación de los Premios Goya” en sus diferentes categorías, explica, mientras ultima detalles durante estos días previos a su estreno absoluto como director de la Seminci en solitario.

Un puzzle

La organización de un festival de esta categoría es como un puzzle de miles de piezas que deben estar perfectamente ensambladas para ofrecer nueve días de proyecciones, conferencias, coloquios, presentaciones y promociones: más de doscientos títulos, once salas y centenares de invitados en actividades directas y paralelas.

“Es una sensación extraña, de calma chicha al saber que lo tienes todo organizado pero de repente, sin saber por qué, se desata la tormenta: es como una ‘montaña rusa'”, compara mientras no deja de ordenar su mesa y revisar sin querer algún papel o documento, pero por encima de todo late una sensación de “buenas vibraciones”, añade.

Lugar de encuentro

Tras agradecer la “generosidad” de la industria del cine español con Seminci (siete títulos programados en la sección oficial -dos de ellos fuera de concurso-), ha elogiado la colaboración de RTVE y del ICAA, así como la sólida estructura administrativa de un festival de titularidad pública (Ayuntamiento de Valladolid): “Hay que decirlo”.

Todo ello le ha permitido diseñar una programación “equilibrada, horizontal y conectada” entre las secciones, con una Oficial “más emblemática” pero sin dejar de lado el resto (Punto de Encuentro, Tiempo de Historia, Alquimias, Constelaciones o Memoria y Utopía).

El resultado es un festival concebido como “un lugar de encuentro donde el cine de autor sea protagonista, los directores lleven el peso específico, un trampolín para el estreno en salas: hemos comprobado cómo el público responde con entusiasmo cuando le invitas a nuevas aventuras… es muy emocionante”, subraya.

Línea programática

“Tenemos muy claro la línea programática y eso ayuda mucho a la hora de trabajar con directores y agentes de venta internacionales, sin dar bandazos y con las concesiones muy medidas para cuidar al público y a los cineastas”, ha resumido a modo de principios, canon o filosofía.

En cierto modo es consecuencia de la necesidad de “adaptarse a los tiempos, saber el lugar en el que estamos y emplear los instrumentos que disponemos desde la solidez y el trabajo realizado durante años: sólo así se puede seguir avanzando”, ha insistido Cienfuegos quien en poco más de un año ha introducido cambios significativos.

Ha retocado el logo, creado nuevas secciones, suprimido algunas y reordenado otras, recuperado el noveno día que suprimió la crisis económica de 2009 y reunificado en un único formato propio todos los cortometrajes a concurso, también con el fin de luchar con garantías porque “hay mucha competencia de festivales internacionales”, apunta.

“Nos interesa mucho la hibridación de géneros, el tono, cómo se cuentan las historias. Siempre hemos huido de cineastas que apelan a la manipulación de sentimientos. Nosotros apostamos por películas no invasivas, las que dejan margen a la interpretación del espectador, provoquen la reflexión”, abunda.

Cine español

Dentro de esta línea se inscriben las voces del nuevo cine español con películas de un gran “empaque formal” a las que “hay que sacar partido: hay discursos muy sólidos y potentes” de autores muy preparados, explica el director de la Seminci.

“Este diseño de programación hubiera sido impensable hace quince años, es testigo de un cambio de estilo, de cómo dicen las cosas los cineastas, los temas que les preocupan, cómo se dirigen al espectador”, ha insistido antes de subrayar la conveniencia de que el espectador encuentre un festival “a su medida”, que pueda elegir.

Cienfuegos no sólo ha actualizado la estructura e ideario del certamen más antiguo de España después de San Sebastián, sino que aún cree que existe más margen de actuación: “Hay mucho trabajo que hacer”, asegura.

“Existe mucho margen de crecimiento sobre todo en el terreno de la Industria y de la Educación”, explica.

Industria y Educación

En cartera acaricia un proyecto que espera que cristalice de la mano de la Junta de Castilla y León para establecer una colaboración durante todo el año, no sólo durante los días que dura el festival, y también con la Universidad de Valladolid (UVa) para explorar un terreno propicio para abordar “mejoras sustanciales”, ha detallado.

Esta colaboración, inicialmente y a tres bandas, desembocaría en la proyección de ciclos específicos, organización de talleres entre otras actividades divulgativas y de formación con vocación de perdurabilidad, “pero es algo que todavía hay que madurar”, ha matizado.

“Se han acabado los tiempos de los festivales que duran una semana”, ha resumido Cienfuegos como premisa de ese proyecto de ampliación

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