Hoy lunes sale publicada en la revista “Pronto” la última entrevista concedida por Mayra Gómez Kemp. En ella, la popular presentadora, se muestra optimista con su recuperación y asegura que necesita tranquilidad y que no desea recibir visitas hasta que se recupere del todo. Apenas salía de casa, vivía sola, y solamente la veían cuando iba a la compra.
La próxima semana quería acudir a un programa de televisión para hablar de un pasado televisivo que nunca volverá. Se mostraba ilusionada ante la posibilidad de un reencuentro con antiguos compañeros y amigos, que, desgraciadamente, ya no tendrá lugar.
El pasado sábado llegaba a su casa una ambulancia y se la llevaba a un hospital. Sus restos mortales, en el momento de escribir estas líneas, se encuentran en el Instituto Anatómico Forense madrileño donde le estaban realizando la autopsia para conocer las causas de su muerte. Hasta el momento, no se han facilitado datos del fallecimiento, ni se sabe quién dio la voz de alarma. Seguramente, sería una de sus vecinas, amiga suya, la que llamó a los servicios de urgencias. La misma que descubrió a Mayra tirada en el suelo de su casa cuando sufrió la reciente caída.
Una de las hijas de su marido Alberto, para la que la presentadora era como una segunda madre, vuela en estos momentos hacia Madrid para ocuparse de los trámites funerarios. Eran uña y carne, a pesar de que se veían muy de vez en cuando, porque una vivía en Madrid y la otra en América. Pero su unión en la distancia era muy fuerte.
Fuimos íntimos amigos y es duro saber que esta entrevista postrera no podrá leerla. Ella, que amaba tanto la vida, aunque desde la muerte de su marido Alberto en el 2021, no la saboreaba como debiera, se fue en silencio, sola y sin desvelar cuáles eran los males que le llevaron a la muerte.
