La Guardia Civil de Burgos refuerza su presencia en el medio rural de la provincia gracias a una experiencia piloto, que se expandirá por el resto del país y la Comunidad en el futuro. Se trata de una oficina móvil de atención al ciudadano, que empezará en noviembre a prestar servicio en las zonas de Medina de Pomar y Miranda de Ebro.
Este cuartel móvil permitirá recoger denuncias en cualquier lugar de ambas demarcaciones, previa cita con el denunciante, según desvelaba el teniente coronel Alfonso Martín, jefe de la Comandancia de Burgos, en su discurso de los actos de celebración de la patrona de la Guardia Civil.
La comandancia de Burgos tiene un “potencial muy amplio”, decía, a la vez que apuntaba que la seguridad ciudadana “está objetivamente garantizada” en la provincia.
Organizar y coordinar los recursos, enfocándolos en tiempo real a cada incidencia necesaria, independientemente de su procedencia de uno u otro Puesto, es el objetivo que persiguen desde la Guardia Civil de Burgos, donde ha mejorado significativamente la plantilla.
De hecho, desde agosto las unidades de seguridad ciudadana del medio rural casi están al 100 % de cobertura. Un aumento que ha permitido reforzar la presencia operativa de agentes sobre el territorio, y ofrecer una respuesta más rápida a nuestros ciudadanos.
En materia de retos, el Instituto Armado mantiene como prioridad atajar la cibercriminalidad, un fenómeno al alza, que es el que más aumenta en las estadísticas además se suponer una seria amenaza actualmente para la ciudadanía, así como combatir con contundencia la violencia de género.
