Estos son los 8 falsos mitos sobre la salud dental

Estos son los 8 falsos mitos sobre la salud dental

Más de la mitad de las personas (52%) afirman que sus hijos han tenido caries. Además, casi ocho de cada diez adultos (79%) aseguran haberla sufrido, según datos del Barómetro de la Salud Bucodental en España 2024 de Institutos Odontológicos. Estos datos sirven para dimensionar el problema con ocasión del Día Mundial por un Futuro Libre de Caries, que se celebra cada 14 de octubre por iniciativa de la Alianza por un Futuro Libre de Caries, una ONG con sede en el King’s College de Londres.

Lo que está claro es que la salud bucodental es un pilar esencial para el bienestar general de las personas. Sin embargo, a lo largo de los años han surgido numerosos mitos que pueden confundir a los pacientes y afectar sus hábitos de cuidado. Creencias como que un colutorio con más alcohol es siempre más eficaz o que un cepillado más fuerte asegura una mejor limpieza son solo algunos ejemplos de la desinformación a la que hacemos frente día tras día. Estos falsos mitos pueden llevar a prácticas que, lejos de cuidar nuestros dientes y encías, pueden llegar a perjudicarlos.

La desinformación sobre la salud dental puede llevar a descuidos en el cuidado de la boca, lo que puede tener consecuencias a largo plazo. Por eso, es importante acudir a fuentes confiables y consultar a los profesionales para resolver cualquier duda. “Adoptar buenos hábitos de higiene, acudir regularmente al dentista y desmentir estos falsos mitos son pasos clave para disfrutar de una sonrisa sana y duradera”, tal y como señala Elena Espada, responsable técnica de Fluocaril en España.

Estos son algunos de los mitos más comunes sobre la salud bucodental:

1. Cepillarse fuerte es mejor para eliminar la placa. Uno de los mitos más extendidos es que cuanto más fuerte se cepillen los dientes, mejor se limpiarán. Sin embargo, cepillarse con demasiada fuerza puede dañar el esmalte dental y las encías, provocando sensibilidad y retracción gingival. Lo más recomendable es usar un cepillo de filamentos suaves y realizar movimientos suaves y circulares, dedicando al menos dos minutos al cepillado.

2. Si no me duele, no necesito ir al dentista. La ausencia de dolor no siempre significa que la boca esté libre de problemas. Muchas enfermedades dentales, como las caries incipientes o la enfermedad periodontal, pueden desarrollarse de manera asintomática en sus primeras etapas. Por eso, es fundamental acudir al dentista al menos una vez al año para una revisión y limpieza profesional, incluso si no hay molestias evidentes.

3. El blanqueamiento dental daña los dientes. Este mito ha generado mucha preocupación en quienes desean mejorar el aspecto de su sonrisa. Si el blanqueamiento se realiza bajo la supervisión de un profesional, es seguro y no daña el esmalte dental. Además, existen otros tipos de blanqueamiento mediante pastas dentales blanqueadoras, como el dentífrico Fluocaril Bi-Fluoré Blanqueante, más accesibles para el uso diario. “Estos dentífricos ayudan a combatir las manchas dentales, previenen su aparición y protegen el esmalte. Con su uso cotidiano, permiten obtener una blancura natural sin dañar los dientes, logrando una sonrisa más brillante de forma segura y cómoda”, explica Espada.

4. Es normal que las encías sangren. Muchas personas creen que el sangrado de encías al cepillarse los dientes es normal. Pero nada más lejos de la realidad: cuando las encías sangran es una señal de que están inflamadas y no están sanas. Podríamos estar padeciendo gingivitis o deberse a una periodontitis, por lo que, si las encías sangran, se debe visitar a un profesional de la salud para analizar la causa y ponerle solución.

5. El mal aliento se debe a problemas gastrointestinales. Prácticamente, el total de los casos de halitosis están relacionados con problemas de la cavidad oral. Una mala higiene bucodental, enfermedades periodontales, acumulación de bacterias o restos de comida, entre otros, pueden ocasionar mal aliento.

6. El chicle sin azúcar reemplaza al cepillado. Masticar chicle sin azúcar puede estimular la producción de saliva, que ayuda a neutralizar los ácidos y a eliminar algunas bacterias, pero en ningún caso sustituye al cepillado. Y es que la saliva no puede eliminar toda la placa bacteriana ni limpiar a fondo la superficie de los dientes.

7. Los enjuagues más eficaces son los más fuertes. El alcohol presente en los colutorios más fuertes no siempre garantiza su eficacia y, a veces, puede dañar los tejidos blandos de la boca. Además, es importante tener en cuenta que el colutorio no reemplaza el cepillado de los dientes. Al igual que el hilo dental y los cepillos interproximales, es simplemente un complemento para el cuidado bucal. Por lo tanto, su uso debe ser adicional y no sustitutivo.

8. El azúcar es la única causa de caries. Aunque el azúcar es un factor clave en el desarrollo de caries, no es el único. Las caries son el resultado de la acción de las bacterias presentes en la boca que fermentan los carbohidratos, produciendo ácidos que desmineralizan el esmalte dental. Esto incluye no solo el azúcar de los dulces, sino también el de frutas, jugos, pan y otros carbohidratos. Además, una mala higiene bucal y una predisposición genética pueden influir en el desarrollo de las caries.

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