El deporte y el Ejército se dan la mano para luchar contra “el abismo del deportista”

El deporte y el Ejército se dan la mano para luchar contra “el abismo del deportista”

Carlos Arévalo entró en 2016 en lo que él llama el «abismo del deportista». Entró en el equipo nacional de piragüismo en 2012 y empezó a tener buenos resultados camino de los Juegos Olímpicos de Río, pero la última temporada tuvo un bajón y se quedó fuera. «Eres Carlos Arévalo piragüista, Carlos Arévalo deportista, y de repente no tienes nada», explica. Pero en ocasiones, de un mal momento puede salir una decisión que cambia una vida. Lo que encontró fue ingresar en las Fuerzas Armadas y a partir de ahí renació como deportista, volvió a la selección y ya tiene, entre muchos otros éxitos, dos medallas olímpicas, plata en Tokio y bronce en París, en el K4. Cuenta su historia Arévalo para introducir la nueva iniciativa del Comité Olímpico Español (COE) y el Ministerio de Defensa.

 

Ese «abismo» va más allá de un mal resultado. Cuando acaba la carrera deportiva, para la que se necesita dedicación plena si se quiere llegar a la élite, ¿qué? Si no se ha pensado en el futuro es delicado y en ocasiones ha llegado a ser fatal, pero, por otro lado, ese pensamiento en el futuro puede limitar también el rendimiento en el presente.

Este nuevo acuerdo ayudará a que los deportistas tengan tranquilidad. A partir del próximo año se darán facilidades para que puedan ingresar en el Ejército a través de la convocatoria anual de tropa y marinería, con el objetivo de que puedan desarrollar una carrera profesional en paralelo a su trayectoria en la alta competición. El convenio lo presentaron el presidente del COE, Alejandro Blanco; y la ministra de Defensa, Margarita Robles. Se inspira en el modelo de países europeos que ya lo han implantado, como Italia.

El modelo italiano

En Italia lleva años funcionando y se extiende a Policía y Bomberos. Se ha hecho muy famoso porque en los dos últimos Juegos Olímpicos los éxitos han sido notables (40 medallas en cada uno). Jacobs, campeón de los 100 metros en Tokio; o Tamberi, oro en altura también en la capital de Japón, son algunos ejemplos. La convocatoria de plazas para ser soldado o marinero, la escala más básica del Ejército, se publicará a comienzos de 2025 y a ella se podrán acoger deportistas de primer nivel acreditados por el Consejo Superior de Deportes (CSD) que tengan entre 18 y 29 años y la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) terminada. Para ellos serán 50 del total de plazas convocadas. Se deberán superar pruebas físicas, médicas y psicológicas y quienes las superen se incorporarán a un centro docente militar, donde adquirirán los conocimientos básicos como paso previo a su destino a la unidad que elijan. Una vez enrolados en las Fuerzas Armadas (FAS) pueden optar por seguir, promocionar o buscar una salida fuera con el paso del tiempo.

Las dudas

Al acto acudieron deportistas olímpicos (Ray Zapata, María Pérez, Adriana Cerezo y Nico Shera, entre muchos otros). Tenían algunas dudas. Por un lado, la edad, los 29 años, pero esta viene determinada por una ley superior, no es específica de esta iniciativa. Por otro, la compaginación del deporte con el Ejército. «Yo cuando estoy en periodo de competición las facilidades son absolutas. Les digo: necesito entrenar a tal hora y tal hora… Voy hablando con mi jefe, es una sintonía», describe Arévalo. En Italia el deporte es lo primero y cuando acaba la carrera ya se pueden centrar en el Ejército o la Policía. «Todo esto se tiene que ir mejorando, potenciando, estamos en ello, trabajando. Hoy se ha presentado, es el primer paso, un gran paso, un camino que vamos a ir abriendo, pero hay que trabajarlo», prosigue Arévalo, que ha hablado con colegas de Italia o Alemania para ver cómo lo hacen y que admite que en las concentraciones, por ejemplo, que tiene con el equipo nacional en Sevilla o Asturias, la libertad es absoluta y puede ir sin problema.

El Ejército, por su parte, también se beneficiaría en varios sentidos. Por un lado, por el feedback y lo que puede aplicar del deporte para sí mismo. Por otro, en la imagen que pueden dar, ya que el deporte crea ídolos y modelos a seguir. El ejemplo sería el de la Policía y Saúl Craviotto.

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